Tras 16 años de ardua faena en la Selección Nacional de Voleibol, a la joven jugadora Milagros Cabral, comienzan  a llegarles otros sueños que acaricia con materializarlos, entre ellos formar familia.

Exclama que jamás pensó que viviría de la disciplina del voleibol, que tanto ama, y que tuvo que vencer muchos obstáculos para alcanzar los peldaños donde se encuentra hoy.

Pero, antes de profundizar, Cabral expresa que la recién medalla de oro ganada en los Juegos de Mayagüez y haber derrotado a Puerto Rico en su casa, delante de su gente, es algo que jamás olvidará. «Este oro de Mayagüez, mi tercero consecutivo en la Selección, tiene un sabor a fresa», dijo sonriente la atleta dominicana. «La rivalidad deportiva cada día es más grande con Puerto Rico y no nos vamos a detener, las chicas jóvenes lo saben y tienen ese compromiso», recalca.

Milagros dice que siempre ha recibido un sólido respaldo de su familia, encabezado por su madre y su padre, doña Mery de la Cruz y Reyes Cabral. Así como de sus hermanos Nicolás, Lidia, Aurelio, Reyes, Daniel y Raquel. Claro, igualmente de su esposo, el deportista José Acosta, quien le ha ayudado mucho en todos los órdenes.

«Anhelo tener mis hijos y criarlos en mi casa», son mis planes en un futuro cercano. Y abundó: «Todavía me quedan algunos años en el voleibol, seguiré reforzando en el exterior y ya hablé con el licenciado Cristóbal Marte, con el entrenador Marcos Kwiek,  y con la Federación, y les hice el comentario de que como hay tantos talentos jóvenes con calidad, solo iría a dos o tres eventos de importancia con la Selección», adujo.

Manifiesta que está muy contenta y alegre con ver tantas jugadoras jóvenes con un talento increíble para jugar voleibol y con tantas ganas de aprender. «Siempre les estoy dando consejos de como son las cosas, lo importante que es trabajar duro cada día para que lleguen los días de gloria, sin el trabajo no hay éxito», expone Milagros Cabral con palabras que le salen del corazón.

Apunta que en ocasiones va a ver las prácticas de las infantiles y juveniles y allí hay niñas de 12 y 13 y 14 años con seis pies y tres pulgadas y con un gran físico. Asegura que siempre ha tenido una excelente relación personal con todas sus compañeras de equipo y ahí está parte de su éxito. «Cada quien hace su trabajo, sin celos, incluso, hemos jugado en contra como refuerzos en diferentes ligas y cuando la gente cree que terminaremos distancias, nosotras nos reímos de eso», indicó Cabral.

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Sus inicios

Al conversar con HOY, Cabral, nativa de Cristo Rey, recuerda aquellos años cuando siendo una niña de 13 años comenzó a jugar voleibol y llegó hasta la Selección Nacional Infantil y de inmediato hizo un viaje a Puerto Rico a un Torneo NORCECA donde tuvo muy poca participación y la que tuvo es para recordar en su exitosa vida de jugadora de voleibol.

La frase

Milagros Cabral

Siempre les estoy dando consejos a las jugadoras jóvenes de como son las cosas, lo importante que es trabajar duro cada día para que lleguen los días de gloria”.