Miles de galones de agua potable se derraman por el puente de la 17

Miles de  galones de agua potable se derraman por el puente de la 17

Miles de galones de agua caen desde una tubería matriz en mal estado que pasa por el puente Francisco del Rosario Sánchez (De La 17) conduciendo agua de Santo Domingo Este al Distrito Nacional, lo que agiliza el deterioro de la estructura metálica del viaducto y afecta a decenas de casas debajo de esta estructura, a las que aún caen objetos desde la altura.

Mientras esto sucede, equipos pesados trabajan las 24 horas del día en la preparación de la estructura que soportará el viaducto por donde pasarán los trenes de la línea 2 del Metro desde el Distrito Nacional hacia Santo Domingo Este y viceversa.

Pero si desde arriba el agua parece como si estuviera lloviendo, el mal estado de la tubería, en la parte baja, provoca la correntía del líquido similar a las de las cañadas vecinas en la zona, lo que lleva meses en esa situación, sin que el Ministerio de Obras Pública ni la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) lo corrijan, según afirman los residentes.

Juana Sánchez, quien vive debajo del puente Sánchez, informó que llevan meses llamando a la Caasd y a Obras Públicas para que acudan a corregir el problema, sin respuesta hasta el momento.

Mostró cómo los hierros de la estructura del puente están corroídos, así como derrumbes de viviendas por la presión del agua que cae desde arriba y la que corre por debajo.

Dice que hace una semana no sucedió una desgracia porque los habitantes de la casa derrumbada estaban fuera.

Graciela Ernesto, madre cuyo hijo más pequeño tiene apenas meses de nacido, narra que hace dos semanas cayó un gran pedazo de hierro frente a su casa, y cuenta la historia por la gracia de Dios.

Mientras Manuel Noboa, otro residente debajo del puente, explica que la constante fuga de agua ha contribuido a deteriorar los metales de hierro de la estructura del puente, que fue reparado a finales del año pasado.

Tomás Aquino Pérez, vocero de los vecinos que viven bajo el puente, cree que Obras Públicas lo que hizo fue “un lavado de cara” a la parte superior del viaducto, ya que por debajo sigue el mismo deterioro.

Dice que con frecuencia caen pedazos de hierro sobre las casas y los dos millones de tornillos que anunció Obras Públicas en la reparación, todavía los esperan.

Lo que no se detiene es la construcción de los pilotes sobre los cuales serán levantadas las columnas que soportarán el puente por donde enlazará el Distrito Nacional con Santo Domingo Este para el paso de la línea 2 del Metro.

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