Anna Edgerton
El equipo económico del gobierno interino de Brasil busca implementar este año otro congelamiento del presupuesto de por lo menos 20.000 millones de reales (US$6.200 millones) como parte de una iniciativa para contener un creciente déficit de presupuesto, según un funcionario de gobierno con conocimiento del tema.
Los recortes podrían anunciarse ya esta semana para garantizar que el gobierno del presidente interino Michel Temer cumpla con la meta de registrar un déficit 2016 antes del pago de intereses de 170.500 millones de reales, señaló el funcionario, que pidió que no se mencionara su nombre porque la información no es pública.
Las autoridades ahora debaten qué cortar y en qué medida. Mientras que el ministro de Hacienda Henrique Meirelles está a favor de un congelamiento amplio y ambicioso, el equipo político de Temer quiere una reducción menos agresiva y más limitada que no afecte los programas sociales y ayude a conservar el índice de aprobación del gobierno, apuntó el funcionario.
Este debate interno pone de relieve cómo Temer está tratando de equilibrar su mensaje de disciplina fiscal centrado en los inversionistas con el objetivo de mejorar su popularidad entre los pobres de Brasil. El funcionario dijo que Temer prefiere anunciar los recortes de presupuesto ahora, mientras su índice de aprobación está en aumento en lugar de tener que implementar medidas de emergencia a fin de año durante el posible debate legislativo sobre temas como el límite de gasto del gobierno y la reforma de las pensiones.
Los asesores de Temer dijeron que el clima en el palacio presidencial era de júbilo el lunes después que una encuesta de Datafolha publicada durante el fin de semana mostró que el 50% de los brasileños quieren que Temer continúe como presidente, mientras que el 32% prefiere que vuelva Dilma Rousseff, que fue suspendida en mayo para enfrentar un juicio político. Se prevé que el Senado realizará la votación definitiva sobre el juicio a Rousseff en agosto, y los miembros del gobierno de Temer dicen estar seguros de que será destituida en forma permanente.
Los funcionarios brasileños reconocen que muchos inversionistas están esperando la votación definitiva sobre el juicio político para traer su dinero al país, aun cuando simpatizan con el gobierno conservador en lo fiscal de Temer. El equipo económico demorará el anuncio de los grandes cambios de política que son de interés para los inversionistas, poniendo por ahora el acento en las medidas que tienen más atractivo social en áreas como la vivienda, la salud y la educación. Temer tiene programado reunirse con su equipo económico esta semana para analizar las políticas destinadas a reactivar la economía.