Las empresas asociativas son una alternativa económica para que las micro, pequeñas y medianas empresas puedan hacer negocios.
Así lo afirmó Elizabeth Berigüete, asesora de mipyme, quien explicó que las empresas asociativas están conformadas por las organizaciones sin fines de lucro, bajo la Ley 122-05, la Ley 92-07 de Fomento de Clúster en el encadenamiento de las actividades productivas y la vinculación industrial, así como las cooperativas bajo la Ley 127-64, que son las más conocidas.
“Como sistema socio económico, son la única brecha de inclusión social que existe. No hay otra forma de insertarse y competir en el mercado. La única alternativa para los trabajadores que no pueden acceder a la banca comercial y a las tarjetas de crédito, por las remuneraciones mínimas que perciben”, expresó Berigüete.
Resaltó que las empresas integradas en clústers mantienen su personalidad jurídica como empresas privadas y como tal pagan sus impuestos.
Mientras que las empresas que participan bajo la Ley 122-05 tienen que invertir el 100% de sus ingresos, de lo contrario tienen que tributar por las diferencias. Por otro lado, las cooperativas no pagan impuestos en sí mismas ni les retienen a los socios, pero son agentes de retención de sus empleados y de servicios pagados a terceros.