Hay muchos refranes que tratan de explicar que los hijos repiten lo que ven que sus padres hacen.
En el caso de Moisés Alou, el hijo de Felipe y María Beltré, nada puede ajustarse más a la realidad.
Un hombre recto, con posiciones firmes y claras sobre cómo vivir la vida y cómo respetar las enseñanzas de sus padres, ese es el ex jardinero de Grandes Ligas que vio acción con ocho organizaciones y posteriormente fue gerente general de los Leones del Escogido, el equipo dominicano para el Clásico Mundial de Béisbol y hoy asistente del gerente general de los Padres de San Diego.
Alou creció idolatrando a su padre Felipe, quien fuera un reconocido jugador de Grandes Ligas cuando Moisés era apenas un niño y a quien veía unas dos veces al año cuando se encontraba en el país, según cuenta el propio Moisés.
“Ser hijo de Felipe Alou me sirvió de gran ejemplo, pero mi mamá María Beltré fue que me crió, siendo una persona recta. En mi carrera siempre vi el respeto que le tienen a mí papá y eso me mantuvo en la línea, nunca quise dañar el nombre Alou, el nombre de mi papá”, dice Alou al conversar con redactores de Hoy en el patio de su casa, ubicada en el sector Naco de la capital dominicana.
Ese respeto por el legado de su padre, así como de sus tíos y otros familiares, lo llevó con responsabilidad durante su carrera.
Por eso, cuando la era de los esteroides explotó y comenzaron a señalarse todo tipo de jugadores involucrados con el uso de sustancias para mejorar el rendimiento, Moisés sabía que tenía que hablar con su padre, no porque éste se lo exigiera, sino para dejar todo claro.
“Recuerdo una vez que estábamos hablando del juego y de los esteroides y yo fui franco con él y le dije ‘tranquilo, yo a ti no te voy a quedar mal’”.
Y efectivamente así lo hizo, Moisés nunca fue sospechoso de usar sustancias de ningún tipo a pesar de que varios de sus ex compañeros o han arrojado positivo a dopaje o han sido cuestionados públicamente como potenciales usuarios.
“Ser hijo de Felipe Alou me ayudó a tomar las decisiones correctas porque sabía que tenía una responsabilidad que no podía evadir”, agregó.
Decidió retirarse. Alou recuerda que a los 42 años, después de un par de campañas con los Mets de Nueva York, recibió ofertas para seguir jugando en las Grandes Ligas aun después de haber anunciado su retiro.
“Los Filis me llamaron varias veces cuando terminó la temporada del 2008 para seguir jugando, y les dije que no. Luego ellos me vieron que jugué en el Clásico a pesar de que en esa ocasión solo iba a ser asistente del gerente general (Stanley Javier) pero tuve que jugar por la cantidad de gente que se ausentó e incluso esa primavera los Filis volvieron a pedirme seguir jugando, pero aun así les dije que no”, reveló.
Y luego de 17 temporadas en Grandes Ligas, Alou decidió retirarse de la Gran Carpa, como un tremendo bateador.