Ginebra. La reciente eliminación del tipo de cambio mínimo del franco suizo frente al euro, así como la nueva amenaza geoestratégica que representa la expansión del integrismo, captarán buena parte de la atención en el Foro Económico Mundial de Davos que empieza el próximo miércoles.
Asuntos muy de actualidad, como la escalada de conflictos, el riesgo de pandemias, la divergencia en el crecimiento económico entre países y el nuevo contexto energético -con el precio del petróleo en niveles históricamente bajos e inversiones sin precedentes en energías renovables- son igualmente parte de la agenda.
Los organizadores han confirmado la asistencia de 2.500 representantes de 140 países, quienes este año serán invitados en debates y talleres ha centrar sus discusiones en el presente, más que a intentar proyectar lo que ocurrirá en el futuro. La complejidad y complicación que caracterizan el contexto mundial así lo requieren, con una necesidad profunda de restaurar la confianza y estabilidad.
El futuro de Ucrania, en relación al conflicto que mantienen con su vecino ruso desde hace cerca de un año, será evocado por su presidente Petro Poroshenko el día de la inauguración del Foro y antes del discurso de apertura, que en esta 45º edición estará a cargo de la presidenta de Suiza, Simonetta Sommaruga.
Cuna de la Primavera Arabe, Túnez estará representada para su nuevo presidente, Béji Caid Esbessi, elegido en diciembre.
El presidente egipcio Abdel Fatah al Sissi viajará igualmente a Davos, como lo harán también el presidente de Francia, François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno italiano, Matteo Renzi. Se ha anunciado también que China enviará la delegación de más alto nivel desde 2009, que estará encabezada por su primer ministro Li Keqiang.
En esta edición, la presencia de líderes políticos latinoamericanos será escasa, a diferencia de otros años, con la presencia anunciada de sólo dos jefes de Estado, el peruano Ollanta Humala, y el panameño Juan Carlos Varela, en una charla que tendrá lugar el jueves por la noche.
Su título será “América Latina- el camino por delante” y versará sobre cómo los gobernantes pueden promover un crecimiento inclusivo y reforzar las sociedades.
Al día siguiente, viernes, Ollanta intervendrá en un debate sobre cómo afrontar la cuestión del cambio climático sin descuidar el desarrollo ni el crecimiento, al lado del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, del presidente del Banco Mundial, Jim Yong Klim, y del presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete.
Asimismo, los ministros de Economía de Colombia, de Brasil y de Perú, acompañados de los gobernadores de los bancos centrales de México y Brasil, discutirán con el público sobre las proyecciones económicas de América Latina.
La política monetaria a nivel más global será abordada por los responsables de los bancos centrales de Francia, Italia, Japón y Suiza, luego de que este último país decidiera la semana pasada abolir el control de cambio del franco suizo con el euro.
Esa medida creó una ola de pánico que afectó también el mercado monetario europeo, empujando a la baja la moneda única, y reforzando el dólar estadounidense.
Los efectos de esa medida, que muchos han visto como la antesala del supuesto anuncio que realizaría este jueves el Banco Central Europeo, sobre un programa masivo de compra de deuda soberana, serán sin dudas analizada con lupa por esos responsables. Una sesión será igualmente consagrada a la situación de seguridad en Irak y Siria.