Muertes maternas años 2012-2017

Muertes maternas años 2012-2017

La Organización de la Salud, en la décima revisión de su Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas relacionados con la Salud, abreviada CIE-10, define la defunción materna como la muerte de una mujer mientras está embarazada o dentro de los 42 días siguientes a la terminación del embarazo, independientemente de la duración y el sitio del embarazo, debida a cualquier causa relacionada con o agravada por el embarazo mismo o su atención, pero no por causas accidentales o incidentales.
Aplicando con rigurosidad esos criterios logramos depurar 480 autopsias de muertes maternas realizadas en el Instituto Nacional de Patología Dr. Sergio Sarita Valdez, durante el septenio comprendido entre los años 2012 y 2017.
De ese total de necropsias 372 correspondieron a mujeres dominicanas y las restantes 108 eran de nacionalidad haitiana. 226 defunciones estuvieron entre las edades de 21 a 30 años, equivalentes a 47%; de 31 a 40 años contabilizamos 133 casos para una cifra de 28%; de los 11 a los 20 años fallecieron 104 para un porcentaje de 22%. De los 41 años en adelante se registraron 17 decesos.
En 178 fallecimientos maternos el mecanismo de muerte se aglutinó en tres renglones conocidos: 75 casos sucumbieron por fenómenos hemorrágicos, 74 decesos fueron complicaciones sépticas, es decir, infecciones. En 29 casos se constató la presencia de hallazgos consistentes con enfermedad hipertensiva del embarazo.
En 302 defunciones maternas, similar al 63% del total de las autopsias, la causa de muerte se repartió irregularmente entre trastornos cardiacos tales como la enfermedad reumática, la hipertensión arterial y la diabetes mellitus complicadas durante el embarazo. También se registraron tumores malignos presentes antes o descubiertos durante la preñez. Enfermedades congénitas, o hereditarias como la anemia falciforme y otras hemoglobinopatías fueron agravadas mortalmente por el embarazo. La malaria, tuberculosis, afecciones renales, hepáticas; neurológicas como la epilepsia; gastrointestinales, verbigracia las úlceras pépticas y la pancreatitis, así como un variado etcétera fueron también responsables directos del deceso de muchas embarazadas.
Como puede observarse a través del análisis de los resultados de estos estudios post mortem, solamente el 37% de las defunciones cayeron en los tres renglones comunes conocidos de mecanismos causales de fatalidades maternas como son los sangrados, las infecciosas y la hipertensión arterial desarrollada durante el embarazo. La mayoría mostró un cuadro variable de entidades arrastradas desde fuera del embarazo, lo cual significa que la temática de la mortalidad materna no es tan simple como parece.
La feliz conclusión de un embarazo va a depender de un sinnúmero de variables que van desde el estado de salud de la mujer antes de embarazarse; los cuidados prenatales, el alumbramiento, las atenciones durante el post parto inmediato y el seguimiento por un período de 42 días después del nacimiento de la criatura.
La pobreza y la falta de educación conspiran a favor del aumento de las muertes maternas. En el caso de las 108 haitianas que representan la quinta parte de las defunciones maternas se agregan la barrera del idioma, la falta de cuidados prenatales, la desnutrición, el SIDA y las enfermedades crónicas comunes en este grupo de embarazadas.
El reto para reducir la mortalidad materna en el país es grande y complejo; implica la inversión de suficientes recursos financieros, así como el involucramiento de muchos actores confluyentes para mejorar la calidad de los servicios de salud, esencialmente a nivel de la atención primaria.

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