Llennis Jiménez 
La joven Mercedes, de 26 años y madre de cuatro hijos, presenta un caso para que la ciencia médica del país decida suspender su embarazo de más de tres meses, debido a que el feto está malformado y muestra fuera órganos como los riñones, el hígado, el estómago y la vejiga.
El diagnóstico establece – a las catorce semanas- que tiene un embarazo intrauterino, con un feto polimalformado y que tiene probable “síndrome de la banda amniótica”.
La mujer, cuya identidad está protegida por la profesión que ejerce, espera que el Ministerio de Salud Pública analice su situación y determine lo que su médico ya le adelantó: “que no es posible que en esas circunstancias se permita que el embarazo se desarrolle, puesto que de nacer, moriría de inmediato”.
