Un grupo de mujeres afiliadas al Partido Revolucionario Moderno (PRM) protestó ayer contra la actitud del diputado peledeísta Noé Camacho, quien la semana pasada en el hemiciclo sacó una correa y la ofreció a su colega Faride Raful para que le diera una pela.
Para Sara Paulino, presidenta de Mujeres Modernas, se trató de una “agresión contra una legisladora ejemplar, preparada y comprometida con su pueblo”.
Según ella, el legislador por Espaillat “cometió la amenaza de darle una pela” a Faride Raful, en el Mes de la No Violencia Contra las Mujeres.
Paulino ve ese hecho como una “falta de respeto intolerable”, no solo para la mujer perremeísta, sino también para “todas las mujeres dominicanas, sin importar el partido”.
Eso mismo piensa Tony Raful, padre de la legisladora y quien juzga la acción como una “burla y ridiculez” que va más allá de una agresión, pues “lastima la dignidad de la mujer dominicana”.
Disculpas recíprocas. Aunque el congresista pidió disculpas por su actitud, la ministra de la Mujer, Janet Camilo, entiende que ambos legisladores deberían excusarse, “uno por ofender al otro y el otro por hacer una acción que también estuvo mal”.
Camilo aspira a que los legisladores no lancen ofensas personales y se promueva el respeto en las discusiones congresuales.