El Comité de Mujeres Profesionales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo puso en circulación anoche la segunda edición del libro “Por Una Nueva Mujer”, publicado hace 40 años, que analiza las condiciones de la mujer dominicana en diferentes aspectos y sus aportes a la vida democrática y a las libertades públicas.
“La democracia dominicana tiene nombre de mujer”, expresó la magistrada Martha Olga García Santamaría, coordinadora de la obra junto a Ana Silvia Reynoso de Abud, Fanny Sánchez Pujols y Flavia García de Gutiérrez, que fue puesta en circulación en un acto en las instalaciones del Archivo General de la Nación anoche.
El libro de 331 páginas contiene un diagnóstico histórico de la condición de la mujer dominicana que se analizó en el primer seminario Hermanas Mirabal que se celebró en el país en diciembre de 1975, cuando apenas los movimientos feministas asomaban.
Al comentar la obra, García refirió el impacto del Movimiento Renovador, que tuvo como sede a la UASD y que abrió las puertas de oportunidades a la mujer a sectores que eran marginados para que se formaran y pudieran a acceder a un mejor nivel de vida y un humanismo nuevo.
Afirmó que ese movimiento renovador debe estar presente en momento en que se requiere un cambio, tanto del hombre, como de la mujer, ya que muchos de los crímenes que se comenten actualmente son por la debilidad y baja autoestima.
Abogó por la construcción de una cultura de paz, basada en el conocimiento, la buena formación y el interés de impulsar una sociedad de inclusión y progreso.
La catedrática Martha Rosa Durán, presentó la obra, citando el impacto del seminario Hermanas Mirabal, Diagnóstico, Evaluación y Recomendaciones Modificativas de la Mujer Dominicana celebrado en 1975, pues abrió el espacio para futuras acciones, que si bien no han solucionado la problemática, han servido para generar esperanza de mejora.
“Sin la mujer no se puede hablar de democracia, ni de libertades”, expresó al afirmar que la sociedad sigue atrapada en un capitalismo y una mala distribución de las riquezas.
Acorde con los planteamientos de las decenas de mujeres que se reunieron en 1975, Durán enfatizó en la necesidad de que se impulsen políticas públicas con perspectivas de género.
Flavia García reconoció los avances de la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida pública y reconoció que aún hay acciones que pueden emprender para mejorar.
Vio la obra como un punto de partida para avanzar al desarrollo.