Mujeres víctimas de «mala práctica» médica que han dejado su vida en el quirófano

Mujeres víctimas de «mala práctica» médica que han dejado su vida en el quirófano

Julia Arias  es una joven que se suma a las desafortunadas cifras de víctimas de los “malos bisturí”, quien en busca de las “medidas perfecta” dejaron su último suspiro en un quirófano.

La joven de 27 años visitó la  Clínica Dermo Stetic Láser Clínic  para realizarse una  abdominoplastia, lipoescultura y aumento de glúteos, pese a que su condición de falcemica se lo impedía, ya que esta presenta inestabilidad en los glóbulos rojos,  y hasta puede desencadenar un Accidente Cerebro Vascular.

Pese a todo esto, los médicos consintieron realizarle varios procesos quirúrgicos que ella les pedía.

Así como ella, ciento son los casos que se han registrado, en su gran mayoría debido a malas prácticas médicas.

Las cirugías plásticas son cada vez más frecuentes entre hombres y mujeres, estos  procedimientos quirúrgicos están a lección de paciente quien quiere modificar, corregir o cambiar una parte de su cuerpo.

Pero como cada intervención quirúrgica, poseen riesgos y complicaciones asociados, los cuales deben ser debidamente informados a los pacientes y adaptarse a las condiciones físicas y de salud de este.

El año que recién pasó, también Johana González Álvarez respiró por última vez en la sala del Centro Especializado en Cirugía Plástica y Lipoescultura (Cecilip) ,y sus familiares aun no saben con certeza qué fue lo que falló durante su intervención.

La joven de 25 años viajó desde los Estados Unidos para realizarse una liposucción, pero según se informó, murió en el proceso de la anestesia.

Katherine Jacqueline Pérez Minaya es otra dominicana que regresó al país para realizarse cuatro procedimientos estéticos en el Centro Internacional de Cirugía Plástica Avanzada (CIPLA), en los cuales perdió la vida por un paro cardíaco durante el procedimiento del que estaba a cargo del doctor Héctor Cabral.

“Yo sé que ellos van a decir que fue un paro cardíaco o algo por el estilo, pero se sabe que fue que no pudo aguantar tantas cirugías al mismo tiempo”, declaró uno de sus familiares de Pérez Minaya.

“No te hagas esa operación ahora, háztela cuando yo me muera”, fue la última petición de la madres de  Somelys Cruz, quien se realizaría una liposucción en un centro médico en la provincia de la Vega, pero se le informó a los familiares, al igual que a Pérez Minaya, que la joven de 28 presentó complicaciones con la anestesia, quedando en coma unos días hasta que falleció.

Para el 2016 en el Centro Médico Cibao, murió la joven Ramona Franco Cruz de 24 años,a los seis días después de una liposucción en la clínica Doctora Maritza Jiménez, en Santiago.

También en Santiago, Ely Peña Plasencio de 24 años,  fue al  Centro Estético Ideamet cerrado en tres ocasiones por la muerte de cuatro mujeres, buscaba  de aumentarse los glúteos, pero murió.

Unos de los casos que estremeció la opinión pública fue el de la joven Sharileni Cedeño de 23 años, quien  falleció de un paro cardíaco momentos después de haber salido del quirófano,  tras practicarle una lipoescultura en la Clínica de Cirugía Plástica Contreras del doctor Edgar Contreras, quien ha tenido varias denuncias de malas prácticas estéticas.

En el país la encargada de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica Reconstructiva Y Estética (SODOCIPRE) agrupa alrededor de  363 cirujanos plásticos acreditados para estos fines, por lo que recomiendan que a la hora de pensar en un procedimiento quirúrgico de cualquier tipo, consultar con uno de los especialistas, ya que según explican son más los casos de éxitos que los desafortunados, pero que cuando se realizan con un médico sin licencia puede terminar en la muerte.

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