Mundial de Fútbol Moscú 2018: mezcla de pasión delirante y revolución tecnológica

Mundial de Fútbol Moscú 2018: mezcla de pasión delirante y revolución tecnológica

La Copa Mundial de Fútbol Rusia 2018, cuya XXI versión se inaugura hoy con grandes expectativas e innovaciones tecnológicas sin precedentes, renueva una vez más la indiscutible primacía del clásico deportivo que genera la más delirante pasión en la sociedad contemporánea. Es impresionante como millones de personas de los cinco continentes dan seguimiento al magno espectáculo cuatrienal al través de los medios masivos de comunicación, razón para que se le reconozca como el rey de los deportes.
La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) no solo tiene el reto de superar a Brasil 2016, cuya competición entre los 32 equipos participantes clasificados terminó sorpresivamente con una goleada de Alemania sobre Brasil 7-1, además de establecer récords en ganancias ascendentes a 4,500 millones de dólares por concepto de venta de derechos televisivos y de comercialización.
El organismo procura mejorar su imagen, que se afectó con la caída de su entonces presidente, el suizo Joseph Blatter, tras un escándalo de corrupción que consistió en sobornos, compra de votos, tráfico de influencias y favores empresariales. A su actual presidente, Gianni Infantino, se le reconocen acciones tendentes a encabezar un movimiento ético-renovador, una difícil tarea debido a las tentaciones del lucrativo negocio.
Por su parte, Rusia, el primer país de la Europa oriental en montar el acontecimiento, aunque en el aspecto competitivo no luce tener reales posibilidades de alzarse por primera vez con la copa, se perfila como interesante anfitrión en doce ciudades encabezadas por su capital Moscú, caracterizada por sus contrastes y reconocidos atractivos turísticos. Sin embargo, por el hecho de ser una de las potencias con incidencia en conflictos armados por la supremacía global, se ha visto compelido a tomar estrictas medidas de seguridad del evento, fanáticos y atletas.
El Kremlin y su inefable líder Vladimir Putin, tiene el compromiso de restaurar sus calificaciones ante el universo deportivo, luego de que con ocasión de los Juegos Olímpicos Brasil 2016, su Federación Nacional de Atletismo fuera acusada de uso de sustancias prohibidas, siendo suspendidos más de cien integrantes entre atletas y entrenadores, dejando entrever una complicidad del Gobierno ruso.
De los ocho grupos que accionarán en la refriega del balompié, todavía no existe unanimidad, en torno al equipo que cuenta con el potencial para conquistar la copa; entre los favoritos en orden sucesivo se mencionan Brasil, España, Alemania, Argentina y Francia, siempre dejando un resquicio a lo inesperado. En el aspecto individual los astros que llegan impregnados de la mayor aureola son: el argentino Messi, el portugués Ronaldo y el brasileño Neymar.
Rusia 2008 dejará una impronta única, en lo ya ha comenzado a denominarse la más grande revolución tecnológica de la historia en una justa de esa naturaleza. Las agencias noticiosas dicen que será el primer mundial en transmitir los 64 partidos en señal 4K, cuyo dispositivo enviará al resto del planeta una resolución hasta 4 veces superior al formato HD con mayor claridad de imagen.
Otra de las innovaciones es el balón oficial, Telstar 18 de ADIDAS, con un diseño pixelado y una superficie pegada térmicamente para optimizar su precisión y disminuir su absorción en el agua. Los estadios también forman parte de estas herramientas con una cubierta que se transforma en una pantalla gigante para transmitir los partidos, a los que solo se aprecian desde el aire y otra pantalla gigante interior de 3600 que rodea todo el estadio con calidad visual para todas las situaciones del juego.
Todo parece estar listo para la histórica cita del deporte que acapara las mayores simpatías, cuya vigente edición mantendrá al planeta en vilo hasta el 15 julio, en la patria de Tolstoi, Dostoyevski y Lenin.

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