Música para curar el alma en Argentina

Música para curar el alma en Argentina

Los músicos llegan como cualquier paciente. Se reparten entre el ir y venir de médicos y enfermeros. Nadie sabe que habrá un concierto pero, al primer acorde, el aire denso del hospital se disipa: la música es un remedio que aunque no cure, alivia el alma.

Setenta músicos, un coro, dos sopranos y un tenor sacuden la rutina del hospital Álvarez de Buenos Aires, en otro de los conciertos «sin aviso» de Música para el Alma.
Esta red musical solidaria, gratuita e independiente nació en Argentina hace cinco años y hoy está presente en diez países de tres continentes.

Agrupa a profesionales de las más prestigiosas orquestas sinfónicas que donan su tiempo y su arte para tender un puente musical allí donde haga falta.

Con más de 2.000 integrantes, ha ofrecido unos 300 conciertos bajo un formato que impulsó réplicas en Uruguay, Chile, Bolivia, Paraguay, Perú, Ecuador, Italia, Francia e Israel.

Tras la muerte de Eugenia «decidimos continuar esa tarea que arrancó con diez músicos y hoy somos más de 2.000», señala.

Una base de datos en una página web reúne voluntades. «El único requisito es que sean profesionales», cuenta. Hospitales y centros de salud se anotan para recibir un concierto.  «Los músicos vienen porque quieren hacerlo, no hay sueldo, nadie mira el reloj para irse», bromea.

Los conciertos son los lunes, día de descanso de las orquestas. Las partituras se intercambian por correo y todos se conocen minutos antes de tocar. El ensayo es in situ.

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