Río de Janeiro. Rafael Nadal, que retomará la competición dos meses después de la lesión en la muñeca que padeció en Roland Garros, reconoció este miércoles que el hecho de haber sido elegido abanderado para Río de Janeiro tuvo una gran influencia para decidir jugar la competición porque no podía “renunciar a ser abanderado por segunda vez» “Ser abanderado es un plus. Tenía que serlo en Londres y no podía renunciar una segunda vez.
No ha sido decisivo para decidir estar aquí. Pero sí ha influido bastante”, reconoció Nadal, que destacó que lo más duro de este tiempo inactivo fue renunciar a Roland Garros. “Lo más duro fue irme de Roland Garros. Una vez que pierdes el torneo por el que llevas trabajando tanto tiempo, un torneo que es una referencia, con la sensación de estar bien preparado fue lo más duro. Lo siguiente más duro fue la incertidumbre de saber si podía llegar aquí o no”, dijo Nadal, que pretende olvidar en Río 2016 el tiempo apartado de las pistas. “Si no fueran los Juegos no estaría aquí.
Los plazos han sido muy justos y la recuperación ha sido más acelerada. Sigo jugando con molestias cada día”, recordó el número uno español. Nadal portará la bandera de España en la ceremonia inaugural del viernes. “La bandera el viernes significa un premio a muchos años de trabajo, de lucha y de pasión puesta en cada día y años de competición. Para mí será una gran satisfacción e ilusión”, dijo el jugador español, que no espera estar nervioso en la ceremonia.
“Nervioso no voy a estar. Es una sensación muy bonita, la viví en Pekín. No lidero nada. Solo voy a estar delante con una bandera y no me siento especial. Soy uno más. Cuando salgamos todos tendremos una sensación muy especial. Un momento único en la vida de un deportista que se viven pocas veces en la carrera”, destacó Nadal.