NAFTA: un panorama incierto (2 de 3)

NAFTA: un panorama incierto (2 de 3)

A Beatriz y Alberto Cruz, amigos de cinco décadas
Vimos, en el artículo anterior, los orígenes del NAFTA y cómo este ha entrado en un fuerte proceso de negociación en el último año. Estados Unidos, México y Canadá buscan mejorar sus condiciones y tomar mayor protagonismo en el escenario económico. En este, veremos las posiciones de Estados Unidos y sus objetivos a alcanzar por medio del posible nuevo pacto.
Estados Unidos ha desarrollado una mayor competitividad por un significativo ahorro en costos de producción, recursos y mano de obra. También ha resultado beneficiado por no tener ningún límite de restricción a la inversión en territorio mexicano. USA tiene una importante cantidad de personas (por encima de 14 millones) empleadas en actividades relacionadas con el NAFTA. A diferencia del sector de negocios, algunos sectores políticos y laborales entienden que USA está creando empleos en México que podrían crearse para su propia población y que la población estadounidense ha perdido empleos por esa causa.
En este orden de ideas, las principales revistas han planteado que el 75% de los trabajos perdidos se deben a las feroces revoluciones tecnológicas y gerenciales. Ahora, la revolución tecnológica aumentó, enormemente, la automatización, señalando que hay que darle un giro sustancial a la capacitación permanente en sentido de las habilidades laborales que se privilegian. Por otra parte, la revolución gerencial se sustenta en el manejo eficiente de los enormes datos acumulados en la computación de las nubes que han ayudado a constituir el llamado Big Data. Ahora estamos entrando, de lleno, a la inteligencia artificial, que es un área que traerá muchas nuevas oportunidades y dificultades.
En el aspecto laboral, el liderazgo político y económico cometió un error de proyección importante, porque entendió que el mercado se encargaría de alinear los sectores laborales y educacionales hasta llegar al equilibrio. En consecuencia, no se invirtió nada en lo que tenía que ser un proceso profundo y precavido: lograr alinear esos dos mercados. Para dar una idea, según datos del New York Times y Mckinsey, en 2016 había 5.4 millones de empleos bien remunerados que no se podían llenar por falta de obreros especializados con amplios conocimientos en educación tecnológica. Este desfase es muy importante y necesita ser tomado en cuenta.
Hay preocupaciones también de que el déficit comercial de USA con México sea superior a los 64 mil millones de dólares (comparémoslo con el enorme déficit comercial de EEUU con China que ronda los 347 mil millones de dólares). Hay que tomar en cuenta que existe una cantidad de intangibles (en la relaciones comerciales entre USA, Cánada y México) de servicios de USA que, usualmente, no son incluidas numéricamente en las exportaciones.
Además, el hecho de que hay que satisfacer la demanda de cerca de 400 millones de consumidores, le proporciona a las empresas norteamericanas una creciente economía de escala que sirve para tres propósitos primordiales: primero, aumentar la competitividad de las empresas americanas Vis a Vis a las empresas competidoras de otros países fuera del NAFTA, segundo, disminuir los costos de artículos de consumo para los norteamericanos aumentando su poder de compra y tercero, crear una fuerza extraordinaria para combatir la inflación como ha ocurrido durante los últimos nueve años.
La Reserva Federal (Banco Central Americano) está invirtiendo 60 mil millones de dólares en inorgánicos para enfrentar la crisis del 2008. La Reserva Federal puso como límite para eliminar el inorgánico que la inflación llegara a 2.0%, la misma ha promediado apenas un 1.4% desde el 2009 al 2016, aunque ya, en los últimos meses, está empezando a subir, aunque todavía esta distante del límite del 2.0%.
Hemos visto la posición de distintos sectores estadounidenses con respecto al NAFTA y otros puntos importantes relacionados con las implicaciones del tratado en general. En nuestra próxima entrega, nos enfocaremos el punto de vista de los otros dos países: México y Canadá.
Investigadora Asociada: Julissa Lluberes.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas