El ministro de Educación, Andrés Navarro, dijo ayer que los funcionarios de esa institución, comenzando por él mismo, están compelidos a constituirse en un ejemplo del buen hacer en la gestión pública para generar valores en las familias, especialmente hacia los niños y los jóvenes, e incentivar una conducta positiva y una convivencia de paz.
Al participar en el segundo taller regional dirigido a directores regionales, distritales, de juntas y centros educativos de la región del Cibao Navarro exhortó a los funcionarios públicos a actuar apegados a los principios morales y éticos, además de convertirse en referentes positivos de la sociedad.
Afirmó que “la ética pública se refiere necesariamente a un comportamiento colectivo, por lo que la responsabilidad de los directores y directoras es que su equipo actúe igual, bajo los principios del bien hacer en la gestión pública”.
Abogó porque el plan ético permeé en todo el sistema educativo a través de un comportamiento y una conducta apegada a la transparencia, la confianza y a la transmisión de competencias en valores desde las aulas.
“Estoy seguro de que, si logramos convertirnos todos en ejemplos de gestión pública, esto va a impactar extraordinariamente en el resto del sistema, los centros educativos, los maestros y en los estudiantes. La consigna es ir construyendo una sociedad de ejemplos”, enfatizó Navarro.