Navidad a prueba de errores

Esa vena decoradora nos llega al ver los indicios de las adornos navideños en las tiendas.

Nos llena de mucha ilusión colocar los adornos y vestir la casa para las fiestas. Aquí es donde debemos prestar atención pues nos sube la adrenalina navideña y podemos caer en errores que en lugar de favorecernos puede empañar la decoración del hogar.

Por mucho que queramos llevar la navidad a cada rincón de la casa la primera regla es no recargar los espacios, es una época de color y brillo pero todo con moderación.

Debemos permitir que se aprecien los espacios visualmente y que podamos caminar por las estancias sin topetarnos con el montón de adornos.

Si en casa hay niños podemos darnos el lujo de que nos ayuden a decorar y tengamos un árbol colorido y de corte infantil, de lo contrario mucho ojo con los tonos que se escogen para el árbol pues tenemos la opción de armonizarlo con el resto de la estancia o hacer un completo contraste.

Generalmente uno o dos tonos es lo ideal para hacer las combinaciones del árbol, aunque claro, debe gustarle a todos en casa pues la idea es que se disfrute más que convertirlo en una estampa de revista.

Cuidado. Las guirnaldas y los adornos colgantes quedan mejor en las puertas, cuidado con colocarlos en espejos pues pierden su función de reflejar y si son piezas hermosas podemos dejarlos sin decorar.

Cuidado colgando adornos en los balcones. Que tu decoración no se convierta en una molestia para tus vecinos, nada de afear el edificio. Si las luces dan de frente a otro apartamento verifica que no perturben.

Está bien que reciclemos y es una gran idea dar lugar a adornos de otros años para no abultar mucho el presupuesto, pero si ese elemento que tanto te gusta ya está deteriorado, descolorido o roto de alguna forma que no puede repararse es hora de decirle adiós. Un adorno ya gastado no significa que es Vintage.

Al final todo es cuestión de equilibrio pero como para los gustos los colores, debes acercarte lo más posible a esa Navidad que te agrada. Ahora bien, menos es menos y más es más.

No es necesario llenar cada rincón con un motivo navideño pero tampoco una sola golondrina hace verano, no creas que por poner un jarrón con bolas rojas estás decorando para la época. Tratemos de combinar lo que nos gusta con lo que se ve bien.