Navidad, tiempo de amar

Navidad, tiempo de amar

La Navidad se deriva del latín: nativitas, que significa “nacimiento’”. Es una de las festividades más importantes del cristianismo celebrada a nivel mundial, aunque existen informaciones afirmando que Jesús no nació en la época de diciembre incluso admitido por el mismo Vaticano, esto no le resta el mínimo valor a la naturaleza de esta importante celebración para los cristianos, aunque es celebrada casi por todos a nivel mundial.

Desde mi niñez he observado que las personas están más alborozadas y enérgicas en esta fecha, donde se puede notar mucho movimiento comercial y compartir social, sin embargo la esencia de la Navidad la perdemos cuando nos preocupamos en lo absoluto por tener el mejor árbol, las mejores luces, vinos, licores, carnes, dulces etc.… aunque esto no deja de ser parte importante de la misma, pero la Navidad no se queda solo en estos detalles, va más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.

Es la celebración del nacimiento de un personaje que más tarde revoluciona la historia; “yeshua hamashia” derivado del Hebreo, que significa Jesús el Mesías, el ungido, quien más tarde da la vida por la humanidad.

No hay dudas que Navidad es una época propicia para compartir con los seres queridos, ya sea la familia, amistades y vecinos, pero también es oportuna para que reflexionemos sobre nuestras acciones durante todo el año y al mismo tiempo nos ayuda a programarnos mejor para el próximo año, tratar de no cometer los mismos errores y ser mejores padres, hijos, mejores seres humanos con los que nos rodean, pues al final lo que queda plasmado en nuestros hijos y familiares son los valores.

Es propicio mencionar que la austeridad es fundamental en esta época para lograr un año venidero mucho más próspero que el anterior, pues la mayoría de las veces salimos a la calle con dinero en la mano sin programar realmente lo que necesitamos y al llegar a casa llevamos parte de las necesidades cubiertas y muchísimas otras cosas que se nos ocurrió y que realmente no son imprescindibles; ahí comienza el primer problema para inicio del próximo año.

Que la Navidad sea para todos nosotros momento de alegría y al mismo tiempo de solidaridad con aquellos que menos tienen, que lleguemos a reflexionar verdaderamente el sentido del nacimiento de yeshua y podamos ser instrumentos de bien, paz y amor confraterno.

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