Budapest. EFE.- El húngaro László Jeles Nemes, director de la película “Saul fia” (“El hijo de Saúl») que el domingo se llevó el Gran Premio del Jurado en Cannes, dijo hoy en Budapest que lo que más quiere es “que se hable mucho” del largometraje.

En el campo de concentración de Auschwitz, un judío miembro de los llamados Sonderkommandos (unidades encargadas de limpiar las cámaras de gas) cree haber reconocido a su hijo en un niño muerto y se obsesiona por enterrarlo de acuerdo con los preceptos judíos.

Con esa dura historia, Nemes, de 38 años, aspira a “hacer entender lo que es estar en medio del infierno”, según afirmó en rueda de prensa en la capital húngara.

“El protagonista responde a una voz interna, que encuentra en sí, cuando ya no hay esperanza, no hay nada más”, resumió el cineasta.

Por su parte, el actor Géza Röhrig, que encarna al protagonista, opinó que se trata de “una película sobre el Holocausto».

Pero además, “se habla de la gente”, y podría desarrollarse “en muchos otros espacios y tiempos”, subrayó el poeta y actor aficionado.

“El hijo de Saúl” es el primer largometraje de Nemes, que ya ha dirigido varias películas cortas y trabajó como asistente en la filmación de “El hombre de Londres” del renombrado director húngaro, Béla Tarr.

“El hijo de Saúl”, realizada con un presupuesto de 1,5 millones de euros (1,6 millones de dólares), ha sido vendida hasta el momento en 48 países.

Nemes adelantó que su próximo proyecto será una película que narra la historia de una mujer de Budapest, en el ambiente que anticipó a la Primera Guerra Mundial.