“El Señor me dijo a mí que me va a traer a mi hijo de vuelta, yo se que está vivo”, así se expresó el padre del niño autista Abraham Báez, de 7 años, quien tiene 11 días de aparecido.
El pequeño desapareció el pasado día 11 a las 10:30 de la mañana de su casa, en la calle Fantino Falco, del sector Valiente, y desde entonces la angustia y desperación a invadido el hogar de la familia Báez Carrión.
Báez dijo que su hijo acostumbraba escaparse de la casa, pero desde hace tres meses que no lo hacía y siempre estaban pendiente de él.
Contó que el portón de su casa está entre abierto, porque estaba haciendo un trabajo en la acera, y en un leve descuido el niño salió, y se dio cuenta a los 20 minutos y enseguida él, su esposa y amigos de la iglesia lo empezaron a buscar.
Narra que ese día buscaron al niño desde las 10:30 de la mañana hasta las 8:00 de la noche por todas partes, con megáfonos, en guaguas anunciadoras, en cuevas, en varios sectores, sin respuesta alguna. “Hemos buscado todos los días sin cesar”.
Pese a todo esto, Báez cuenta que Dios les ha dado mucha fortaleza, pero los primero días de la desaparición fueron traumáticos para toda la familia.
“Yo pensaba que me iba a caer muerto, no hay nada que duela más en la vida que la desaparición de un hijo”, sostuvo.
Indicó que cuando su hijo salió de la casa solo vestía una bermuda negra y no tenía zapatos. Es trigueño, con una estatura aproximadamente de 3 pies.
Alguien lo tiene. Báez piensa que tal vez alguien tiene al pequeño, por lo que le implora y suplica que se lo devuelva, que es un niño autista que requiere cuidados especiales.
Entiende que alguien lo tiene porque en 20 minutos no se puede perder un niño en un barrio. “El autista se debilita y un niño que camine por las calles sin comer uno debería encontrarlo tirado por ahí, entonces él se pierde en un radio de acción tan corto”.
Condición. Cuenta que el autismo de su hijo es leve, por lo tanto no es agresivo, es muy cariñoso, no habla, y como no tiene sentido de conservación si ve un vehículo se le tira encima.
Báez recomienda a los padres con hijos autistas que les expliquen la condición a sus vecinos para que siempre estén pendientes.
Destacó que con la desaparición de su hijo vecinos le han ofrecido dinero, el cual ha rechazado porque ni él ni su esposa pretenden lucrarse ante esta situación. “Yo lo que quiero es que contribuyan ayudando a buscar”, sostuvo.
En la casa del pequeño funciona una fundación por lo que la residencia está bien asegurada con barrotes, porque cuidan niños. Para cualquier información llamar: 809-839-6342 y 809-506-7566.