Niños migrantes dicen pasaron hambre y frío en celdas EEUU

Niños migrantes dicen pasaron hambre y frío en celdas  EEUU

FILE - In this June 17, 2018 file photo provided by U.S. Customs and Border Protection, people who've been taken into custody related to cases of illegal entry into the United States, sit in one of the cages at a facility in McAllen, Texas. Immigrant children described hunger, cold and fear in a voluminous court filing about the facilities where they were held in the days after crossing the border. Advocates fanned out across the southwest to interview more than 200 immigrant parents and children about conditions in U.S. holding facilities, detention centers and a youth shelter. The accounts form part of a case over whether the government is complying with a longstanding settlement over the treatment of immigrant youth in custody. (U.S. Customs and Border Protection's Rio Grande Valley Sector via AP)

Mojados y enlodados tras cruzar la frontera con México, los niños inmigrantes cuentan que se acostaron o sentaron en el piso frío de las celdas a donde fueron llevados.
Era difícil dormir con la luz prendida toda la noche y los guardias pateando sus pies, decían. Tenían hambre después de recibir lo que dijeron que eran sándwiches congelados y comida apestosa.
Los más pequeños lloraban en espacios cercados, en donde estaban apiñados con adolescentes, e imploraban que los llevaran con sus padres. Los inodoros estaban sucios y el agua corriente era poca, cuentan. Esperaban, inseguros y asustados, por lo que les deparaba el futuro.
«No sabía dónde estaba mi mamá», dijo Griselda, una guatemalteca de 16 años que ingresó a Estados Unidos con su madre por la zona de McAllen, Texas.
«Vi a niñas preguntar en dónde estaban sus madres, pero los guardias no les decían».
Las descripciones que hicieron los niños de varias instalaciones de detención están incluidas en un voluminoso documento presentado esta semana en una corte federal de Los Ángeles como parte de un proceso sobre si el gobierno del presidente Donald Trump está cumpliendo con un añejo acuerdo que regula el trato que deben recibir los niños inmigrantes.
Decenas de abogados, intérpretes y otros voluntarios recorrieron el suroeste del país en junio y julio para entrevistar a más de 200 padres y menores migrantes sobre las condiciones en las celdas, centros de detención y albergues juveniles. Los activistas dicen que el gobierno ha incumplido con el acuerdo Flores de 1997, que dicta las condiciones de detención y requisitos de liberación para los niños inmigrantes.
«Se han expresado en voz alta y clara, y lo que han dicho es que experimentan hambre forzada, deshidratación forzada, privación del sueño forzada», dice Peter Schey, un abogado de los niños que ha pedido a la corte designar un supervisor especial para que se cumpla con el acuerdo. «Están aterrorizados y creo que es hora de que las cortes y el público escuchen sus voces». El Departamento de Seguridad Nacional, encargado de la inmigración y el control fronterizo, no ha respondido por el momento a solicitudes de comentario. Pero en sus propios documentos presentados a la corte el mes pasado, los supervisores del gobierno dijeron que las autoridades inmigratorias cumplen con las condiciones establecidas en el acuerdo. En su informe, Henry Moak Jr. documentó que la temperatura ambiental es adecuada en varias instalaciones.

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