A poco más de una semana para la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en Viena, comienzan a ponerse en evidencia las diferencias entre países miembros sobre la estrategia a seguir con los niveles de producción de crudo.
Arabia Saudí y Rusia habían defendido que es necesario aumentar la producción de petróleo (ellos tienen capacidad para hacerlo) para que los precios no sean un impedimento al crecimiento de la demanda, pero el ministro de Petróleo de Irak, Jabbar Alluaibi, defendió ayer que los países miembros de la OPEP no cedan a las presiones para aumentar la producción de crudo, según informó la agencia Reuters.
El petróleo de tipo Brent reacciona con subidas del 0,5% que acercan al barril a los 77 dólares por unidad, mientras que el crudo tipo West Texas avanza un 0,8% hasta los 66,2 dólares por barril.
Mientras tanto, fuentes de Arabia Saudí aseguran que la producción del reino se ha elevado hasta superar ligeramente los 10 millones de barriles por día, dejando entrever cuáles son sus intenciones para la próxima reunión del cártel. Este movimiento supone un incremento de casi 200.000 barriles respecto al dato anterior de bombeo.
«Los productores deberían debatir de forma sabia y con los hechos en la mano sin ser influidos por presiones y llamadas conflictivas para lanzar más petróleo al mercado, algo que podría llevar a resultados indeseados», ha defendido Alluaibi.
El ministro se ha hecho eco, de esta manera, de las informaciones publicadas la semana pasada que informaban de que Estados Unidos estaba presionando, de forma no oficial, a varios países para aumentar la producción de crudo.