Apelar a estadísticas no exhaustivas que indiquen que la criminalidad desciende como acaba de expresar la jefatura de la Policía, no sería suficiente contribución al sosiego, sabiéndose de antemano que la contabilidad de hechos delictivos y de la llamada violencia social (que no suele ser menos criminal que cualquier otra) peca de dispersa e incompleta, incluso porque las propias víctimas de malhechores se abstienen muchas veces de reportar sus casos. Por el contrario, la colectividad tendría motivos suficientes para la preocupación creciente. Se perciben en la cotidianidad acciones brutales o de características asombrosas de la delincuencia .
Asaltos cada vez más audaces a bancos, negocios y simples transeúntes, a la luz del día o a la sombra de la noche. Un bandidaje que irrumpe con frecuencia en los espacios de pacíficos ciudadanos, incluso de funcionarios civiles, policiales y militares. Padres contra hijos o hijos contra padres. Comportamientos criminales que surgen en el seno de familias. Hombres que actúan como desquiciados y matan mujeres y a veces a cercanos familiares. La comunidad no debe acogerse a la presunción de que ahora está menos expuesta a la desgracia. No hay motivos suficientes para bajar la guardia y confiar demasiado. A largo plazo hay que abordar las causas, complejas y diversas, de las reacciones destructivas en el cuerpo social, sin dejarse de acorar contra el delito común.

Apagones de oscuro origen

Versiones contradictorias han sembrado confusión sobre las causas de persistentes interrupciones del fluido eléctrico en perjuicio indiscriminado de los usuarios. En ocasiones la irritación ha hecho estallar protestas callejeras de quienes se han sentido agudamente perjudicados en su quehacer familiar o en su vida productiva. Generadores y distribuidores se culpan mutuamente. ¿A quién creerle? Tras el deterioro del servicio se informa una toma de decisiones de los agentes del sector para garantizar, ya en la proximidad de las elecciones, que el día 15 no faltará electricidad al sistema electoral ni en nungún colegio, los que cubren todo el territorio nacional. Que bajo ningún concepto se fallará. Ahora no se sabe si recibir estas garantías como ejemplo de previsión o como señal cierta de que los motivos para negar energía siempre se manejan a conveniencia.