No gravar más las comunicaciones

No gravar más las comunicaciones

El sistema de emergencias 9-1-1 es un servicio que necesita respaldo económico para expandirse por todo el territorio nacional y mantenerse operando de manera eficiente. Pero sería contraproducente pretender obtener los recursos necesarios por medio de más carga fiscal sobre las comunicaciones. Sería una manera de encarecer más estos servicios y bogar contra la corriente oficial que procura reducir la brecha digital en todos sus aspectos. En este país el alto precio de las telecomunicaciones tiene un componente fiscal demasiado alto y el clamor generalizado es que se reduzcan los impuestos en este sector, en vez de incrementarlos, como han sugerido algunos.
En cambio, se estima que en el país operan unas 200 mil bancas de apuestas que no pagan impuestos. En vez de apuntar la mira fiscal hacia las comunicaciones, sería más saludable regularizar ese tipo de negocio, que promueve la práctica viciosa del juego de azar, y destinar los recursos que genere a la financiación del 9-1-1. De paso, se atacaría un caso de competencia desleal que perjudica a los dueños de bancas que pagan sus impuestos. Los congresistas deben descartar de plano cualquier penalización adicional sobre las comunicaciones, que corresponden a un sector con mucho peso específico en el PIB nacional, generador de empleos de calidad y que brinda un servicio cada vez más comprometido con el desarrollo.

RD  y  Chile deben acercarse más

La República Dominicana y Chile tienen las potencialidades suficientes como para formalizar un tratado de complementariedad económica con grandes expectativas de provecho mutuo en materia de comercio e inversión. Ambas naciones tienen una ofertas exportables de mutuo interés y mercados de consumo considerables y diversos. Chile ha logrado consolidar su economía en base a una producción industrial en expansión y la República Dominicana tiene ujn excelente clima de negocios y ventajas geográficas que le abrirían a los chilenos acceso preferencial hacia Estados Unidos, Centroamérica y Europa.
Solo haría falta enfatizar más en la necesidad de sostener conversaciones definidas hacia el ámbito de un tratado y pactar las reglas de intercambio. Ambos países deben trabajar para acortar distancias.

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