Ian Wishart y Alexander Weber

La Unión Europea informó haber reubicado a sólo 86 refugiados de los 160.000 que había prometido, en tanto la cantidad de inmigrantes que llegan a Europa desde Siria, devastada por la guerra, no da indicios de disminuir pese a la cercanía del invierno.
El plan de reubicación, acordado el mes pasado por los gobiernos de la UE, buscaba compartir la carga de inmigrantes que, de entre los 28 países del bloque, en su mayor parte llegaban a Grecia e Italia.

En octubre, hasta el día 26, había cruzado a la UE un récord de 180.000 personas, frente a 173.000 en septiembre, según la ACNUR.

Los 86 refugiados reubicados hasta ahora estaban todos en Italia, informó a la prensa la portavoz de la Comisión Europea, Natasha Bertaud.

La UE necesita que “todos los estados miembros nos digan cuántos lugares de su cuota de 160.000 tienen disponibles en este momento” para que la reubicación pueda llevarse a cabo en grandes números, agregó. Está programado transferir a un grupo de treinta personas desde Grecia pronto, señaló.

Como en lo que va del año han llegado por mar más de 700.000 refugiados y decenas de miles más están en camino, los gobiernos de la UE se ven desbordados por un caudal de inmigrantes que no se veía desde la década de 1940.
Algunos reaccionaron cerrando sus fronteras y construyendo cercos, otros transportando a los refugiados al otro lado de la frontera para que se ocupe de ellos otro país.

El plan de distribución de 160.000 personas dejó al desnudo la desunión que reina dentro de la UE frente a la crisis, en tanto los países grandes impusieron el plan en septiembre pese a la oposición de Hungría, República Checa, Eslovenia y Rumania. Los 28 países del bloque participan en el programa, según la comisión con sede en Bruselas, además del Reino Unido, que no está obligado a cumplir las normas de la UE en materia de migraciones.

En octubre han cruzado el mar Mediterráneo para llegar a la UE más refugiados que en todo septiembre, declaró en entrevista el portavoz de la ACNUR, William Spindler. En 2014, cuando los flujos representaban sólo una fracción de los de este año, el número de refugiados se redujo un tercio en octubre al empeorar el tiempo.

“Todavía no ha llegado a su pico”, señaló Spindler. “En años anteriores, septiembre era el mes de más movimiento y después, en octubre, noviembre y diciembre se observaba una disminución. Pero este año es distinto. Vemos un aumento constante desde mayo”.

Austria fue el último país en anunciar planes de construir una valla en la frontera, la primera que se levantará en la zona Schengen donde supuestamente no hay fronteras. “Eso no funciona. Las personas siempre encontrarán la manera de eludir esas vallas, que sólo hacen las cosas más peligrosas para ellas” dijo Spindler.