“No quería tener un bebé tan joven”

“No quería tener un bebé tan joven”

Embarazo en adolescente.

Nicole despertó a la adultez antes de tiempo, gracias a un golpe muy duro. A los 15 años cambió los días de escuela, juegos con sus amiguitas y los grandes planes del futuro por la angustia y el miedo de no saber qué pasaría con esa pequeña criatura que se está formando dentro de su escuálido vientre.

“Cuando supe que estaba embarazada me dio un miedo muy grande, porque pensé que papi me iba a matar”.

Hoy en día, a punto de traer su hija al mundo, Nicole se encuentra abrumada entre la alegría y la incertidumbre. “No quería tener un bebé tan joven”, dice haciendo “benbitas” como lo que aún es… una niña.

Continúa, con la mirada perdida y encogiendo los hombros dice que no sabe que pasará con ella y su criatura, vive junto a su madre y cuatro hermanos menores que ella, prácticamente apilados en una casa de dos habitaciones en el bario Katanga de Los Mina, en Santo Domingo Oeste.

Nicole es parte de las Estadísticas de la maternidad San Lorenzo de Los Mina, donde solo el año pasado (2014) hubo 2,340 nacimientos de madres adolescentes, lo que representó el 10.66% de los partos de este centro hospitalario, así lo explicó el doctor Víctor Calderón, director del centro.

Igual o mucho más dramática es la situación en la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia (donde se atienden más casos) ya que el 28% de los partos son de madres adolescentes, de acuerdo a información suministrada por la doctora Lilian Guerrero, directora de la Unidad de Adolescentes de esta maternidad.

¿Una epidemia? La titular de la Dirección Materno Infantil y Adolescencia (DIGEMIA), doctora Lilliam Fondeur, califica como una epidemia los embarazos en adolescentes en el país.

Fondeur explica que el embarazo en la adolescencia es multifactorial y que llevar a término un embarazo está muy relacionado con la pobreza. “Los países con un desarrollo humano pobre o bajo tienen una tasa de embarazo a temprana edad alta. Ser madre de un hombre de mayor edad les podría asegurar un plato de comida, o un mayor bienestar. Muchas veces la familia de la adolescente la empuja a tener relaciones con quien la pueda mantener”, apunta.

El lado más doloroso de una menor embarazada. Un altísimo porcentaje de embarazos son producto de incestos o de violaciones por personas que viven en los alrededores del hogar de residencia de la menor.
Sin embargo, el Artículo 37 de la Constitución dominicana prohíbe el aborto, lo que obliga a la menor de edad, en cualquier caso a parir ese hijo.

La doctora Fondeur, reconocida también por su constante lucha a favor de los derechos de la mujer, afirma que obligar a una adolescente embarazada por violación a parirle un hijo al violador es volver a violarla.

“Garantizar el derecho a interrumpir el embarazo en caso de violación, a aquellas que lo decidan, es tarea pendiente del Congreso dominicano. Es inhumano obligarlas”, subraya.

Incidencia actual. La semana pasada se publicó el estudio bajo el título “Vivencias y relatos sobre el embarazo en adolescentes. Una aproximación a los factores culturales, sociales y emocionales a partir de un estudio en seis países de la región”, un informe que pretende explicar los factores que contribuyen a las altas tasas de embarazo.

El documento señala que en general en la región, una de cada tres jóvenes es madre antes de cumplir los 20 años y entre los países con más porcentajes de madres jóvenes están Nicaragua (28%), Honduras (26%), República Dominicana (25%), Guatemala y El Salvador (24%), Ecuador (21%) y Bolivia y Colombia (20%).

Como causas subyacentes de esta situación, el documento señala el matrimonio infantil, la desigualdad de género, los obstáculos a los derechos humanos, la pobreza, la violencia y la coacción sexual.

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