Nostalgia otoñal o la necesidad de regresar al corazón

Nostalgia otoñal o la necesidad de regresar al corazón

El otoño ha llegado, y con él muchas personas empiezan a hacer su evaluación de cierre de año. Junto a la llegada de los colores rojos y naranjas en los atardeceres, esta época nos asalta con melancolías y nostalgias. La palabra nostalgia fue creada por el médico suizo Johannes Hofer (1668), para nombrar al “deseo doloroso de regresar” que veía en algunos de sus pacientes.

Él buscaba una palabra que pudiera expresar en todas las lenguas el significado del vocablo alemán Heimweh, que expresa el “deseo intenso de estar en casa”, o el “sufrimiento por estar separado de la familia”.Para crear la palabra nostalgia, el médico suizo usó la yuxtaposición del vocablo griego nostos que significa “regreso”, y algos que significa “dolor”.

A su vez, la palabra Nostos está vinculada al verbo griego neisthai que significa “venir”, “ir”, “volver”, que viene del sánscrito násate que expresa“él se acerca”, que a su vez se deriva de la raíz prehistórica nos-to que significa “regreso al hogar”.

El otoño es un tiempo para soltar, dejar ir, desprendernos de lo que nos limita, y confiar en que nada se pierde, todo se renueva. ¿Podemos extraviar algo realmente? La dimensión espiritual (energía pura), nos muestra que no hay espacio ni tiempo. ¡Todo en el presente “es”! Creer que un objeto tiene una posición, masa o velocidad es el resultado de una percepción. ¡Es imposible estar separados!

El estado de ánimo es el indicador más preciso de nuestro nivel de consciencia.Lucas 12:34 dice: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón”.La nostalgia es en realidad una invitación para regresar al corazón. Es un hecho comprobado que todo el universo está formado de energía. La física cuántica ha demostrado que la realidad que vivimos es una creación nuestra, es nuestro propio sueño.

Generalmente, si estamos felices, alegres, o de buen humor estamos “despiertos”, y si estamos nostálgicos, preocupados o tristes (sin que nada realmente grave lo justifique) estamos “dormidos”. La sintonía con el corazón es el camino para el despertar.Energéticamente, cuando necesitamos, extrañamos, o anhelamos a alguien -o a algo- estamos vibrando muy bajo.

La física moderna nos dice que todo es energía.La nostalgia muestra que nos hemos separado de la esfera espiritual. La energía tiene una expresión diferente de acuerdo a su frecuencia vibratoria, mostrándose densa o liviana. La nostalgia vibra lento y nos acerca a la materia (apego), mientras la alegría vibra alto y nos acerca al espíritu (libertad).

El único poder real que tenemos es cambiar nuestros pensamientos, una clase relativamente ligera, sutil y veloz de energía que cambia con mucha facilidad.La respuesta más sana que podemos dar cuando estamos experimentando estados de no-felicidad, es aumentar nuestra vibración para “crear” una realidad distinta, en vez de empeñarnos en “buscar” aquello que necesitamos, queremos o extrañamos. La felicidad es el estado natural de quien está despierto, muestra un ser en estado consciente. En cambio, la no-felicidad es el indicador de un estado inconsciente.

Cuando estamos conectados con el corazón, ¡nada nos falta! Somos como niños atendidos por buenos padres; todas nuestras necesidades son satisfechas de forma segura. Lo único que necesitamos para regresar a casa es renunciar al estado de no-felicidad y elevar las vibraciones. Aquí te paso seis tips para lograrlo:

1-Purificar el cuerpo; el trabajo con el cuerpoes el primer peldaño para subir nuestras vibraciones y ser felices. El ayunoes un efectivo -y natural- método de purificación que podemos utilizar para elevar nuestras vibraciones.

2. Ser neutrales; el bienestar surge de la neutralidad, que es permanecer imparciales a todo lo que presenciamos y vivimos. Cuando defendemos, evitamos, rechazamos o criticamos algo solo mostramos que estamos heridos.

3. Conectar con nuestras necesidades;la persona felizes auto-dependiente, reconocesus necesidades, y asume la responsabilidad de satisfacerlas, por lo que no necesita que suceda algo, o que alguien esté a su lado para estar plena.

4. Agradecer todo a todos; el agradecimiento se vive y suele emanarse de modo natural, del mismo modo que una flor entrega su aroma.La felicidad nos llega al apreciar y agradecertodo lo que vivimos tal como es ahora.

5. Tomar y dar legados de amor; las tradiciones nos heredan sus riquezas en un lenguaje simbólico. Todos necesitamos los mensajes tranquilizadores -y sanadores- que se generan a partir de compartir rituales con la gente que amamos, especialmente con la familia.

6. Oración (Hablar con Dios); el propósito de la oración es poner a Dios en el centro de nuestra atención. La gente que se siente infelizsuele centrar la atención solo en ellos mismos. La oración es la expresión del auténtico agradecimiento por la vida.

 

 

 

 

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