Notas sobre la caricatura periodística en RD hoy

Notas sobre la caricatura periodística en RD hoy

POR DIÓGENES CÉSPEDES
Quien desee conocer la historia de la caricatura en nuestro país, deberá recurrir, como en casi todas las materias culturales dominicanas, a Emilio Rodríguez Demorizi.

 Comenzó esta tarea con un breve testimonio en su libro de 1972 titulado Pintura y escultura en Santo Domingo y la profundizó en 1977 en su libro Caricatura y dibujo en Santo Domingo. Remito al lector a ambas obras y me contento con glosar, antes de pasar al tema principal que me ocupa, lo apuntado por Rodríguez Demorizi: Desde los tiempos de la Colonia, aparecieron en las casas esquineras o en edificios públicos, dibujos o caricaturas, acompañados de su respectivo texto, censurando conductas públicas o privadas. Tal la dirigida a Felipe V donde se censuran las arbitrariedades del gobernador Carlos de Urrutia en 1815.

 Pero para remontarnos al período de nuestra era republicana, Rodríguez Demorizi afirma en su libro de 1977 que la historia de la caricatura en el país se inicia con la caricatura “Un general haitiano en marcha”, de Domingo Echavarría, aparecida en 1845 en el periódico El Dominicano, reproducida luego el 10 de junio de 1883 en la Revista Científica, Literaria y de Conocimientos Útiles. Luego de Echavarría, los nombres que inauguran la caricatura en aquel siglo XIX y a principios del XX son el sobrino del patricio del 27 de febrero, Ramón Mella Lithgow, quien estudió en La Habana y era primo de Julio Antonio Mella, el líder político dominico-cubana cuyo asesinato tuvo repercusiones importantes en el Caribe; Bienvenido Procopio –Copito- Mendoza y Bienvenido Gimbernard.

 Hubo otros caricaturistas entre ese período de la intervención norteamericana y la caída de la dictadura de Trujillo, pero remito al libro ya citado y los que me interesan más del segundo período porque fueron la memoria inmediata de los caricaturistas de hoy, son sin duda los republicanos españoles Blas, Toni y Joaquín de Alba, quien firmaba sus obras con el diminutivo Kim en el periódico El Caribe, y dejó un libro con sus mejores trabajos, el cual se publicó en 1959. Blas publicó las suyas en el diario La Nación. En cuanto a Toni, algunas de sus caricaturas se encuentran en el libro de Luis Florén, Memorias de una emigración.

 De todos ellos, quien más influencia ejerció, por la duración de su trabajo, fue Kim.   La revista Letras nº 144 había publicado en 1920 caricaturas anticomunistas, según Rodríguez Demorizi. Pero, reitero, Kim las sistematizó.

 Y no son ajenos a esta tradición, aunque la forma del dibujo le sea tributaria o no, los caricaturistas que siguieron este tipo de actividad política y social, entre ellos Miche Medina, creador a fines de 1950 de la caricatura deportiva con el personaje del Fucú o la Carcoma, Príamo Morel y otros que desempeñaron esa labor ocasionalmente, como Ada Balcácer, Octavio, Almonte, y Jacinto Gimbernard.

 El estilo que dejó huellas en los caricaturistas pos-era de Trujillo fueron sin duda Príamo Morel  y Miche Medina, y encuentro trazos de Kim, tal vez inconscientes, en Kilia Llano, pero en Daddy Romero son patentes los de Miche Medina a través del trazo y la voz social e inconsciente del caricaturista.

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Los caricaturistas de fin de siglo XX  y principio de siglo XXI que ejercen el oficio con sistematicidad en los diarios nacionales son Christian Hernández, en El Nacional: Daddy Romero, en El Día, el chileno-dominicano Hernán Girón, que firma como Will en Diario Libre; Elaine Lugo en la revista Pandora y ocasionalmente Kilia Llano en los suplementos y revistas del Listín Diario; y, finalmente, el monstruo de la caricatura  nacional Harold Priego, quien ha logrado la hazaña de ser el caricaturista de plantilla de cuatro periódicos a la vez: Listín Diario, El Caribe, Diario Libre y Hoy.

 A este personaje, que se inició en 1981 en El Nuevo Diario, hay que dedicarle un artículo aparte.

 Volviendo al tema, hay que decir que Kilia Llano y Elaine Lugo no son propiamente caricaturistas. Sus trabajos son más bien viñetas o ilustraciones. Lugo tiene trabajo fijo como editora de diseño de El Caribe. En la revista Pandora, creó los personajes de Dora y el pez, su mejor amigo (medio gay). El mensaje de la ilustración es casi siempre medio críptico, debido a la censura social. Pero Lugo es súper cáustica y siempre intenta que su trabajo esté de lleno en la realidad. Estudió arte y publicidad. A ratos  ha sido trabajadora por cuenta propia, pues no es fácil vivir solamente del oficio de caricaturista.

El subgénero de la caricatura, deudor del dibujo, usa el medio del papel, el lápiz o la plumilla y esa forma es inseparable de la ideología del mensaje, el cual es un segundo editorial, casi un aforismo del periódico o la revista, sobre un tema tratado o no por la publicación. La ideología de la caricatura, su sentido, es mordaz, punzante, cruel, irónica, rebajadora y realista con respecto al contexto social, político, moral, pero nada de estos rasgos críticos son ajenos al humor y la risa que provoca el contacto visual y la lectura del texto de una caricatura genial. A veces la ausencia de texto, es decir, el silencio, es contextual y el sujeto que mira y ve la caricatura, halla el sentido en virtud del contexto.

 Christian Hernández tiene una experiencia de 14 años. Comenzó en El Nuevo Diario y durante un par de años trabajó para DDT, la revista humorística de Freddy Beras Goico y Huchi Lora. A propósito, DDT guarda una semejanza con Cachafú, la primera revista de humor luego de la caída de la dictadura (1962-64). Después del golpe de Estado contra Bosch no volvió a ser igual. Sus caricaturas eran geniales. Fue fundada por Virgilio Alcántara, Francisco Alvarez Castellanos, Juan José Ayuso y Pedro Gil Iturbides. La idea debió nacer en la sala de redacción de El Caribe, donde los directores de la revista eran periodistas de planta. También mantienen relación Cachafú y DDT con ¡PUM!, revista de humor fundada por Alvarez Castellanos, con el Teddy de caricaturista. Este emigró luego a Nueva York.

Vuelvo con Hernández. Estudió diseño gráfico en la hoy Facultad de Artes de la UASD donde aprobó el nivel técnico en 1984. Es, en la actualidad, profesor de caricatura del Departamento de Comunicación Social de la Universidad Católica de Santo Domingo. También es caricaturista de las revistas Mercado y Sport 10, esta última con licencia de Sports Ilustrated.

 Hernández afirma que tiene influencia del español Francisco Ibáñez, creador del personaje Mortadelo y Filemón, que salía en una revista que él adquiría en los kioscos de la capital hace años. También dejó Hernández su huella en el periódico Hoy, donde en un tiempo creó los personajes de Christian y Paco.

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