Nuevo ministro francés de Economía carga contra semana laboral de 35 horas

Nuevo ministro francés de Economía carga contra semana laboral de 35 horas

PARÍS. El ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, se ha aventurado nada más empezar en una cuestión de lo más delicada, la reforma de la semana laboral de 35 horas, con unas declaraciones hechas justo antes de su nombramiento y publicadas este jueves.

Macron se convierte en el último de una larga serie de políticos socialistas y conservadores en lanzar dardos contra un dispositivo instaurado en el año 2000 por la izquierda, que pese a las numerosas excepciones introducidas y las numerosísimas críticas no ha sido derogado.

En una entrevista concedida en distintos momentos entre el jueves y el lunes al semanario Le Point, Macron, nombrado el martes, se muestra favorable a autorizar a las empresas a derogar la ley de las 35 horas, mediante un acuerdo con los sindicatos, muy reacios.

El ministro, de 36 años, recordó que esa derogación ya es posible en el caso de compañías en apuros, y se preguntó por qué no extender esto «a todas las empresas, con la condición de que haya un acuerdo mayoritario con los empleados».

Según el nuevo ministro, esa medida permitiría «salir de una trampa en la que la acumulación de derechos concedidos a los trabajadores genera al mismo tiempo una gran cantidad de obstáculos para quienes no trabajan». La semana laboral de 35 horas fue puesta en marcha en 2000 por el gobierno socialista de Lionel Jospin, reduciendo en cuatro el número de horas de trabajo para un asalariado a tiempo completo.

El objetivo era propiciar un mayor reparto del empleo, para estimular así la creación de puestos de trabajo. Pero según sus detractores, se trata de una ley rígida que amordaza el funcionamiento de las empresas. La respuesta del gobierno socialista respecto a esta cuestión tan sensible no se ha hecho esperar.

La oficina del primer ministro Manuel Valls aseguró a la AFP que el ejecutivo no tiene intención de revisar la semana laboral de 35 horas. Matignon destacó que la eventual modificación corresponde a las conversaciones con los sindicatos, que el gobierno «va a respetar». Y destacó que cuando hizo las declaraciones, Macron aún no era ministro de Economía. Macron va precisamente a reunirse en breve con los sindicatos, la semana próxima, según estos y los servicios del ministerio de Economía.

– Contexto económico delicado – Las declaraciones de Macron se publicaron al día siguiente de que se conociera el dato de desempleo de julio, que batió un nuevo récord con 3,424 millones de personas paradas. La cuestión es uno de los mayores quebraderos de cabeza para el presidente François Hollande. Desde su elección en mayo de 2012, más de 500.000 personas han engrosado las listas del paro.

Para sacar a Francia de su estancamiento económico y atajar el aumento del desempleo, Hollande ha puesto en marcha el llamado «pacto de responsabilidad», una política de la oferta consistente en reducir masivamente los gravámenes a las empresas, con la esperanza de que se vean desahogadas y puedan contratar mano de obra.

El presidente y su primer ministro han dicho categóricamente que este pacto va a seguir dirigiendo la política económica del gobierno. Y para que no haya dudas, han reemplazado a Arnaud Montebourg, que hizo saltar por los aires el gobierno con sus críticas a la austeridad, por un ex banquero de negocios que encarna el ala más liberal del socialismo francés: Emmanuel Macron.

– Los sindicatos firmes – Pero manteniendo la línea tradicional, los sindicatos no han tardado en recordar su oposición de principio a una derogación general de la ley de las 35 horas.

Laurent Berger, secretario general de la CFDT, dijo que «no es una buena idea», que «no está en el orden del día» de cara a las próximas conversaciones entre los sindicatos y el ministro. El presidente de la patronal, Pierre Gattaz, expresó una vez más su apoyo a la idea apuntada por Macron, afirmando que es necesario adaptar» y «simplificar» un modelo social a su parecer caduco.

El pasado mes, el magnate mexicano Carlos Slim aportó sus ideas al debate sobre el tiempo de trabajo, que se plantea en muchos países. El empresario propuso una semana laboral de tres días, con una carga horaria de 11 horas cada uno y cuatro días libres para generar más empleo. Según Slim, si los trabajadores tienen cuatro días libres a la semana, habrá más generación de empleo con el fomento del turismo, el entretenimiento y el comercio del ocio.

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