Obama podría saltarse al Congreso; exigirá ampliación económica

Obama podría saltarse al Congreso; exigirá ampliación económica

WASHINGTON, AP. El presidente Barack Obama trabajará con el Congreso en lo que le sea posible y se lo saltará donde deba hacerlo, advirtieron el domingo sus principales asesores con vistas al discurso del Estado de la Nación que el mandatario pronunciará el martes próximo.

Obama enfrentará el martes a un congreso políticamente dividido y aprovechará su mensaje anual para exigir una ampliación de las oportunidades económicas. En caso de ausencia de un acompañamiento legislativo, la Casa Blanca ha dicho a los legisladores que el presidente está dispuesto a adoptar medidas unilaterales para reducir la brecha entre ricos y pobres en Estados Unidos.

“A mi parecer, la manera como tenemos que pensar este año es que tenemos un gobierno dividido”, dijo Dan Pfeiffer, asesor de mucho tiempo de Obama. “Los republicanos en el Congreso no van a aprobar la agenda del presidente y el presidente no va a respaldar la agenda de los republicanos en el Congreso”, apunto.

Por ende, la Casa Blanca tiene en mente la concertación de acuerdos en algunos puntos prioritarios, dijeron los asesores de Obama. Sin embargo, el presidente también tiene a consideración decretar órdenes ejecutivas que pueden prescindir de la aprobación del Congreso.

“El presidente considera a 2014 un año de acción para trabajar con el Congreso donde le sea posible y para saltárselo donde sea necesario”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney.

Los republicanos se han encrespado ante la perspectiva de que la Casa Blanca actúe unilateralmente sin acompañamiento del Congreso. “El presidente, por decirlo así, se ha corrido hacia la izquierda e intenta conseguir lo que desee mediante la tramitología burocrática, en lugar de hacerse hacia el centro político”, dijo el senador Mitch McConnell, de Kentucky, líder republicano en el Senado.

El senador republicano Rand Paul, de Kentucky, declaró: “(La postura) suena como una vaga amenaza y me parece que contiene cierta arrogancia”.

Con las campañas electorales de noviembre en el horizonte, la Casa Blanca tiene pocos motivos para ser optimista en cuanto a contar con el apoyo republicanos a fin de reimpulsar la iniciativa bipartidista de inmigración aprobada en el Senado, el aumento al sueldo mínimo o la ampliación de los programas para menores antes de que vayan al jardín de niños.

Los republicanos, que pretenden hacerse del control del Senado y conservar la mayoría en la Cámara de Representantes, pretenden mantener la atención en las dificultades de la economía así como en la gestión de Obama al respecto.

El Partido Republicano confía en que persistan altos niveles de inconformidad entre el electorado y que el desempeño de Obama sea castigado en las urnas.  “No están funcionando las políticas económicas (del presidente)”, expresó el senador republicano Ted Cruz, de Texas.

La Casa Blanca ha dejado entrever a los republicanos que podría no esperar a que el congreso la acompañe y confía en que los simpatizantes de Obama respalden los planes del mandatario.

“Si los empleos y sustentos en Estados Unidos dependen de que se haga algo, Obama no esperará al Congreso”, escribió Pfeiffer en un correo electrónico dirigido el sábado a simpatizantes del mandatario.

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