Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reivindicó hoy la lucha por lograr una reforma migratoria en el país coincidiendo con el 50 aniversario de la Ley de Inmigración y Naturalización (INA, en inglés) rubricada por el expresidente Lyndon Johnson (1963-1969).
“Hace 50 años, al pie de la Estatua de la Libertad, el presidente Johnson firmó la Ley de Inmigración y Naturalización (INA). Esa nueva ley bipartidista puso fin a un injusto sistema de cuotas, prohibió la discriminación basada en el país de origen y oficialmente reconoció el papel que juega nuestro sistema migratorio para reunir a las familias y atraer a trabajadores capacitados”, dijo en un comunicado. Obama recordó que entonces republicanos y demócratas “se unieron» para aprobar aquel texto debido a su deseo de “expandir oportunidades para todos” y para estar “a la altura” de la herencia de Estados Unidos como nación de inmigrantes.
“Ellos comprendían que la inmigración contribuye al crecimiento económico al permitir que individuos trabajadores y emprendedores de alrededor del mundo puedan buscar el sueño americano”, insistió el mandatario. Obama honró a aquellos congresistas que lograron consensuar la histórica ley y se volvió a “comprometer a luchar por una legislación para una reforma migratoria, integral y de sentido común, que cumpla con las necesidades del siglo XX”, ayude a crecer la economía y esté a la altura de los ideales estadounidenses.
La Ley de Inmigración abolió el sistema discriminatorio de cuotas nacionales que excluía a los asiáticos y africanos y priorizaba a los provenientes del norte u oeste de Europa por encima de los del sur o este del Viejo Continente. Por su parte, el líder de la minoría demócrata del Senado, Harry Reid, recordó además que la INA ayudó también a corregir la discriminación racial tras el movimiento de derechos civiles en el país, un “momento decisivo” para la historia de Estados Unidos.
Reid aprovechó para acusar a los republicanos de insistir en las deportaciones masivas y con ellas incrementar la separación familiar. “Para un partido que afirma ser el partido de los ‘valores familiares’, los republicanos demuestran poca preocupación por las familias y los valores en su plan migratorio”, dijo el senador.