Obispos piden frenar violencia contra mujer; la impunidad y la corrupción

Obispos piden frenar violencia contra mujer; la impunidad y la corrupción

La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) llamó ayer a la sociedad a evitar la violencia, la despenalización del aborto, a condenar la trata de personas, que mayormente afecta a mujeres y a niños; a frenar la corrupción, la impunidad, el analfabetismo, y a velar por una mejor distribución de los recursos para que la mayoría viva con dignidad.
“Notamos que una espiral de violencia invade los espacios de la sociedad dominicana. Dicha violencia alcanza diversos escenarios, entre ellos el intrafamiliar, el laboral, el vinculado a un contexto social y cultural, donde se somete a la mujer por el hecho de serlo; de conflictos de relaciones de parejas y exparejas”, señala el CED en su Carta Pastoral, emitida por la festividad de Nuestra Señora de la Altagracia, Protectora del Pueblo Dominicano.

Destaca el rol de la mujer en la sociedad actual y reitera su rechazo al aborto, que considera como un crimen.

“Las garras de la corrupción impenitente las despojan (a la mujer) y a su familia de las vestiduras, de la comida, de la medicina… y las condenan a tener que vivir debajo de los puentes o a orillas de ríos y cañadas, mientras desde su pobreza observan cómo algunos políticos disfrutan sin consecuencias e impunidad de riquezas mal habidas”, indica.
Agrega que “sentimos profundo dolor con el drama de tantos niños y niñas huérfanos que ven morir a su madre por manos de su pareja, con el agravante suicidio de su padre, dejándolos en total abandono por la ausencia de una respuesta del Estado”.

Señala que otro mal poderoso y silencioso es la trata de personas. “El país ha sido identificado como proveedor de mujeres para el negocio ilícito de la industria del “entretenimiento mundial. En este orden, esperamos que se hagan mayores esfuerzos en la aplicación de ley 137-03 que condena la trata ilícita de personas”.
Llamó a respetar su dignidad “y, especialmente, a educar a niños, adolescentes y jóvenes para que hagan lo mismo. ¡Nada de violencia contra la mujer, que no seamos capaces de dañar tan hermosa obra del Creador!”.

Exhortó a las autoridades mantenerse vigilantes, para que la eficaz aplicación de la ley impida a los violentos hacer más daño a una parte tan vital de la sociedad.

“Confiamos en la toma de conciencia de nuestras autoridades y de toda la sociedad, a fin de que se detenga ya la perversa pretensión a favor del crimen de niños y niñas inocentes que claman con piedad desde el vientre de su madre que les dejen nacer”, entre los que podrían encontrar futuros presidentes, hombres y mujeres de ciencia, héroes y heroínas del pueblo dominicano.
Al destacar el rol de la mujer señala que “la pobreza y el analfabetismo generan grandes problemas que afectan también significativamente a nuestras mujeres, como es el embarazo en edad temprana, cuyas causas principales son la desintegración familiar”.
Otros factores que afirma inciden son la falta de educación en valores, la mentalidad subjetivista, relativista y de consumo de la sociedad actual.
Refiere que la mujer dominicana es el 49.8% de la población total y que el ”deterioro familiar ha incrementado el liderazgo exclusivamente femenino en los hogares. Ella asume tareas de proveer y cuidar, realidad que exige trabajos informales para garantizar flexibilidad de horario; las estadísticas muestran mejorías en las viviendas que estas mujeres lideran”.
Agrega que en el país el 48% de las mujeres, en edad de 15 a 49 años es miembros de la Iglesia Católica; un 20%, de la comunidad protestante y un 28% se identifica sin religión.
“Son heroínas nuestras mujeres más pobres, madres del campo y de los barrios de nuestras ciudades, que poseyendo menos estudios y, consecuentemente, con menos posibilidades de trabajo formal, viven una vida de muchos sacrificios, trabajando duramente en medio de precariedades para sostener sus hogares”, especifica.

Resalta que la mujer dominicana cada vez se preocupa más por su propia formación y desarrollo, lo que se refleja en que en las matrículas y graduaciones universitarias el 62.8% son mujeres y solo el 37.2% hombres. “Es deseable que sus esfuerzos y sacrificios sean bien valorados”.
Destaca que en política se está tomando conciencia del aporte que la mujer, con su especial sensibilidad humana, puede dar a la sociedad y refiere que en las elecciones pasadas el 44.32% de las candidaturas fueron mujeres y el 55.68% hombres y también su aporte a la economía nacional.

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