El complejo proceso que ha de desembocar en las elecciones de mayo de este año demandará de tribunales especializados decisiones sobre asuntos electorales cuya transparencia deberá estar garantizada. Para esos fines la organización cívica Participación Ciudadana -PC- ha ofrecido al Tribunal Superior Electoral -TSE- su cooperación como observador de las decisiones de esa instancia, que ha acogido de muy buen grado esta oferta de cooperación, que a nuestro juicio debería ser imitada por otros grupos con calidad para la tarea.
La oferta de observación de PC se produce varios días después de que el Tribunal Superior Administrativo -TSA- revocara una decisión de la Junta Central Electoral para re-distribuir las diputaciones. El fallo ha generado opiniones encontradas, en relación con la jurisdicción de ese tribunal en la materia de referencia. Dejamos claro que en modo alguno estamos vinculando la oferta del grupo cívico con las disparidades de criterio señaladas.
La falta de una Ley Electoral armonizada con la Constitución vigente, y la inexistencia de una Ley de Partidos Políticos son dos factores en torno a los cuales podrían generarse situaciones o incidentes que requieran decisiones de del TSE como instancia especializada en materia electoral y esto hace pertinente que las decisiones sean observadas por instituciones cívicas idóneas.

En perjuicio de los estudiantes

Los estudiantes de la UASD, la que el Estado mantiene para que ellos puedan estudiar, están perdiendo un tiempo precioso y siendo perjudicados por quienes deberían apoyarlos en el esfuerzo de hacerse de una carrera. La huelga de los profesores, que es abusiva por los medios más que por la causa, viene a ocurrir en momentos en que la academia no está en condiciones de asimilar la carga financiera que supondría un alza salarial de las proporciones que exigen los educadores.
Nos apena e indigna que esto esté pasando en perjuicio de estudiantes humildes, que tienen a la UASD como su alternativa más al alcance para prepararse profesionalmente. Es a nombre de esos muchachos que reclamamos, una vez más, que los profesores recurran al diálogo y depongan el método de la fuerza.