WASHINGTON. La Organización de los Estados Americanos celebró el jueves la primera de varias audiencias públicas para analizar si las denuncias sobre crímenes cometidos en Venezuela pueden constituir delitos de lesa humanidad que deban ser investigados por la Corte Penal Internacional.
El organismo hemisférico inició el procedimiento pese a la renuencia de Venezuela, que esta semana se quejó ante el Consejo Permanente alegando que la OEA no tiene competencia para actuar como tribunal internacional. Venezuela, que inició en abril un trámite de dos años para abandonar la OEA, no envió una delegación oficial a la sesión, que contó con la asistencia de escasos Estados miembros.
El asesor especial del secretario general de la OEA para temas de crímenes de lesa humanidad y ex fiscal en jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, interpeló a cuatro activistas de derechos humanos que aportaron información sobre la conducta de las autoridades venezolanas.
La nación caribeña atraviesa una crisis económica y política agudizada por cuatro meses de protestas antigubernamentales que dejaron más de 120 muertos, casi 2.000 heridos y más de 1.000 detenidos. Julio Henríquez, representante del Foro Penal Venezolano, dijo que en Venezuela los abusos «ocurren de forma sistemática, no son fortuitos sino por un plan del gobierno de persecución para mantenerse en el poder y usa represión que se manifiesta con crímenes específicos, no solo de lesa humanidad».
Tamara Sujú, directora del Centro de Estudios de América Latina, aseguró tener documentados 289 casos de personas presuntamente torturadas desde que el presidente Nicolás Maduro asumió el poder en 2013. Moreno Ocampo interpelará a tres ex efectivos militares venezolanos durante una segunda audiencia prevista el viernes.