El párroco de la iglesia María Auxiliadora, en el sector del mismo nombre, Bienvenido Colón y la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (Codonbosco) denunciaron una ola de asaltos y atracos en la zona, a tal punto que han penetrado en nueve ocasiones al templo católico.
Colón dijo además, que decenas de feligreses han sido asaltados cuando salen o acuden a la iglesia, por lo que muchos se abstienen acudir a los actos religiosos en horas de la mañana o al caer la tarde.
Para colmo, explicó, dos agentes de la Policía Nacional que custodiaban en la puerta de la iglesia fueron retirados por el nuevo comandante del destacamento número 2, ubicado a dos esquinas del oratorio.
Colón definió a María Auxiliadora como zona apache, debido a que no se puede caminar por ningunas de las calles, ya que por donde quiera asechan los delincuentes.
Precisó que los asaltantes han llegado tan lejos que se suben a los árboles próximo al centro religioso y cuando la gente pasa por debajo se les lanzan encima para arrancarle los celulares y otras pertenencia que consideran de valor.
Expresó que a pesar de que a dos equinas funciona el destacamento Número 2, la iglesia y los feligreses se sienten desprotegidos.
Señaló que debido al estado de inseguridad la gente de la zona teme asistir a los actos religiosos, ya que constantemente son víctimas frente al templo.
Sostuvo que solo al Oratorio María Auxiliadora los ladrones han penetrado en nueve ocasiones, de donde cargan con equipos de sonidos que luego para la iglesia resulta muy difícil comprar, por los costos y los pocos recursos que entran al templo.
Lamentó que dos policías que custodiaban el entorno, uno en el día y otro en la noche, fueran retirados por el coronel que comanda el destacamento Número 2, que funciona como una regional en el Distrito Nacional.
Dijo que a pesar de los esfuerzos para que los agentes vuelvan a custodiar el entorno de la parroquia, no ha sido posible, por lo que insta al director de la Policía asumir el compromiso.
Deplora que el nuevo comandante de la Policía Nacional en la zona exija una carta en la que conste que los dos agentes debían estar en el entorno de la parroquia, lo que definió como ilógico.
El sacerdote señala que a pesar de colocar cámaras en lugares estratégicos, estas no han servido para atrapar a los atracadores, porque cuando llevan los vídeos al destacamento se muestran indiferentes.