Eddy Olivares, exmiembro de la Junta Central Electoral (JCE), consideró que lo conveniente para el país es que la Ley de Partidos sea el producto de un gran consenso, el cual de alguna manera se había venido produciendo.
Asimismo dijo que más allá de los intereses coyunturales, el liderazgo debe comprender que lo más importante es contar con una ley que haga a las organizaciones políticas más democráticas y transparentes.
Recordó que esa norma es un mandato de la Constitución del 2010, por lo que se trata de una obligación de los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Deploró que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Leonel Fernández y Danilo Medina, que han sido los presidentes desde entonces, han actuado al margen de la institucionalidad al no cumplir con la Constitución y aprobar la ley.
Olivares indicó que Ley de Partidos debe ser suficientemente abarcadora, clara y precisa, para garantizar que los órganos responsables de su cumplimiento puedan obligar a las cúpulas de los partidos a funcionar democráticamente y con transparencia, tal y como lo dispone el artículo 216 de la Constitución.
En cuanto al establecimiento de las primarias abiertas como se aprobó en primera lectura en el Senado, Olivares señaló que para garantizar una tutela efectiva de la democracia interna de los partidos se deben establecer modalidades de elección específicas en la ley para seleccionar los candidatos a los cargos de elección popular y sus dirigentes.
“No tendría ningún sentido aprobar una Ley de Partidos que no regule la forma de escoger las candidaturas a los cargos electivos y de dirección partidaria, ya que todo seguiría igual, en su esencia, y las élites partidarias seguirían vulnerando, como siempre, la democracia interna de los partidos”, expresó.
Lamentó que la ley se encuentre entre el fuego cruzado de la feroz lucha interna que se libra en el PLD y que tanto los peledeístas como la oposición se han dejado arrastrar por esa confrontación, en lugar de propugnar por la aprobación de una norma que fortalezca al sistema de partidos y la democracia.