NACIONES UNIDAS. En un nuevo informe, la ONU indicó que fueron presentadas 69 acusaciones de explotación y abuso sexual en 10 de sus misiones de pacificación en 2015, y exhortó a que los presuntos perpetradores sean juzgados en consejo de guerra en el lugar de los hechos y a que se realicen exámenes de ADN para identificarlos.
El informe del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que fue obtenido el jueves por The Associated Press, proporciona por primera vez los nombres de todos los países cuyas tropas están presuntamente involucradas. Las afirmaciones serán difundidas en internet y actualizadas con los avances y el desenlace de las investigaciones.
Casi una tercera parte de las acusaciones de 2015 —22— corresponden a la misión de la ONU en la República Centroafricana, donde pacificadores enviados para proteger a civiles en conflicto supuestamente intercambiaron dinero por sexo y abusaron de menores. La ONU ha estado bajo presión para que actúe con mayor prontitud en confrontar la explotación y el abuso sexual después de que un panel independiente en diciembre describió “el tremendo fracaso institucional” en manejar las acusaciones contra fuerzas de paz francesas y de otras nacionalidades en la República Centroafricana.
En ese informe se señalaba que la demora de meses en atender las versiones de niños de que habían sido abusados había derivado en aún más agresiones reportadas. El abuso y la explotación sexual cometidos por fuerzas de paz ha sido uno de los problemas más persistentes y vergonzosos para la ONU y sus países miembros. Más de 100.000 tropas de paz prestan servicio en algunas de las áreas más inestables y pobres del mundo, y muchas de las víctimas son niños y mujeres que tratan de alimentar a sus familias. Con frecuencia nadie es castigado, ya que las fuerzas de paz están bajo la jurisdicción de sus países de origen.
En su informe, el secretario general exhorta a la Asamblea General a que sopese la creación de una convención internacional sobre “delitos cometidos en operaciones de fuerzas de paz” y a que actualice las leyes nacionales con el fin de asegurarse de que se apliquen a delitos sexuales cometidos por sus ciudadanos en servicio en las operaciones de paz de la ONU. Ban también exhortó a la asamblea a que “establezca juicios de corte marcial en el lugar… cuando las acusaciones equivalgan a delitos sexuales bajo la legislación nacional”.
El secretario general exhortó a los estados miembros a que obtengan muestras de ADN de los que presuntamente han cometido explotación y abuso sexual. Después de la República Centroafricana, el segundo mayor número de acusaciones de abuso ocurrió en la misión de la ONU en el Congo con 16 casos. A ella le siguieron la misión de Haití con nueve, Liberia y Costa de Marfil, cada una con seis, Mali con cinco, y Abyei y Chipre con una cada una. La misión de paz conjunta entre la ONU y la Unión Africana en Darfur tuvo dos acusaciones, y la de Timor Oriental, que ya cesó sus operaciones, registró una.