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La Organización Cristiana Paz Dominicana dijo que junto a otras organizaciones campesinas que no cita y que conforman el Observatorio Minero Comunitario de Sánchez Ramírez lamenta que en vez de celebrar hay que llorar por el drama dantesco que atraviesa el medio ambiente en el país y en el mundo por la falta de conciencia en protección y preservación de los ecosistemas.
«Estamos viviendo el tiempo de las consecuencias, la humanidad abre los ojos tarde, ha tenido que esperar el sacudimiento de la naturaleza para comprender lo importante de emprender una vida sostenible, en armonía con nuestro medio ambiente”, dice una nota.
Expresa que a pesar de los males, los grandes capitales del mundo apuestan a emprendimientos de desarrollo económico adversos e irreconciliables con la madre tierra».
El misionero Rafael Guillén Beltré dijo que un balance del país, de lo que ocurre en materia ambiental, arrojará que por un lado están las campañas publicitarias y los discursos, mientras que por otro el brazo depredador, cómplice y criminal de un Estado sub yugado a los grandes intereses del poder financiero internacional con un modelo de desarrollo económico destructivo, insostenible con la vida.
Afirmó que en lugar de aportar bienestar al pueblo lo que ha hecho es sumergirlo en una de las mas espantosas y extremas pobrezas que la humanidad haya vivido en su devenir histórico.
“El único progreso que vemos es para los dueños, socios y cómplices del gran capital financiero en detrimento de la salud de los dominicanos», aseguró.
Dijo que los ríos están secos como consecuencia de la destrucción que le ocasionan las poderosas granceras, que no conforme, ahora desertifican las montañas ante la mirada impasible de las instituciones del Estado responsables de hacer cumplir la ley.
