El Gobierno Dominicano, que encabeza el presidente Danilo Medina Sánchez, debe estudiar profundamente la ingeniosa propuesta del Presidente de la Junta Central Electoral, Dr. Julio César Castaños Guzmán, de financiar el registro civil de Haití con la colaboración de la OEA.
La original propuesta también debe ser debatida por las fuerzas e instituciones interesadas en buscarle soluciones a una problemática migratoria que tiene que ser encarada con responsabilidad y medidas heroicas que cuenten con el apoyo de la comunidad internacional y del propio país (Haití) beneficiario de una cruzada de solidaridad de esa trascendencia.
Los gobiernos haitianos no han sido capaces de registrar a sus nacionales, y si como afirma el presidente de la Junta Central Electoral esa institución está técnicamente preparada para llevar a cabo una jornada de esa dimensión, entonces la propuesta en cuestión y su posible viabilidad debían ser analizadas.
Pero el presidente de la Junta Central Electoral ha planteado también que el Gobierno Dominicano construya hospitales en Haití para prestarles servicios a mujeres parturientas, y reducir la pesada carga financiera del Ministerio de Salud Pública, que asciende a miles de millones de pesos anuales.
Que tales propuestas se debatan de manera franca y objetiva es lo que se impone, y que el Gobierno Dominicano trate de asumir una iniciativa que marcaría un antes y un después en su política de solidaridad con el pueblo haitiano, con el apoyo de la comunidad internacional y de la aceptación de las autoridades haitianas.
Nunca antes en la historia de las dos naciones que comparten la misma isla se había formulado una propuesta tan sabia y atinada como la del presidente de la JCE, Dr. Julio César Castaños Guzmán.