Los nudos a desatar para que la pequeña agricultura se desarrolle en el país son el acceso de las familias a cinco recursos clave: agua, crédito, tierra, tecnologías y conocimiento, según el documento “Sembrar futuro desde la raíz”, preparado por el economista Pavel Isa Contreras para Oxfam y Articulación Nacional Campesina.

Plantea que las dificultades de acceso a recursos productivos como tierra y crédito impiden impulsar cambios tecnológicos que eleven la productividad.
Mientras el reducido tamaño de la producción y la relativamente baja calidad de la producción contribuyen a una inserción precaria en los mercados, lo que a su vez implica bajos precios, reducidos ingresos y pobreza.

Cree que las inversiones del Estado deben dirigirse a las limitaciones que encaran los productores de alimentos a pequeña escala, incluyendo el acceso inadecuado a tierras, agua, infraestructura básica, capital, conocimientos, información y suministros agrícolas apropiados.

De acuerdo con el documento, una de las razones de la caída de la agropecuaria en la participación del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido la significativa reducción en el gasto público en agricultura. Eso ha implicado, señala el informe, una virtual desaparición de los programas de extensión.