Pacto, oportunidades, ciencia y contenido

Pacto, oportunidades, ciencia y contenido

A pesar de que los participantes en la fase de discusión y concreción del Pacto Nacional para la Reforma Educativa no lograron ponerse de acuerdo en temas tan esenciales como el cumplimiento del calendario escolar, el uso y periodicidad de los libros de texto, y en la formación y capacitación docente, esos encuentros resultaron altamente positivos. A nosotros en particular nos resultó muy esclarecedor el hecho de identificarnos con la postura asumida por nuestros aliados de causa y con algunos de los argumentos esgrimidos por personas de ideales e intereses distintos a los nuestros.

La formación y capacitación del maestro no termina en el momento en que este empieza a ejercer su magisterio después de culminar sus estudios de ciencias pedagógicas, sino que perdura durante toda su vida profesional.

Con el propósito de adquirir conocimientos más avanzados, seis maestros, con muchos años de ejercicio a cuesta, concluimos, a finales del año pasado, unos estudios de especialización en materia de evaluación y acreditación de universidades, celebrados en Santo Domingo, Paraguay, Nicaragua, Brasil y Perú organizados por la Red Internacional de Evaluación (RIEV), organismo perteneciente a la Unión de Universidades de la América Latina y el Caribe (UDUAL), y financiados por el gobierno dominicano a través del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Lamentablemente, aquí, no son muchos los docentes que disfrutan de la oportunidad que disfrutamos nosotros de renovar nuestros conocimientos en momentos requeridos.

Si bien los maestros en servicio graduados en las dos últimas décadas del siglo pasado no tienen la formación profesional que hoy se adquiere en las facultades y departamentos de educación de nuestras universidades, es de esperase que, debido a la transformación acelerada de los conocimientos y a la renovación constante de las técnicas empleadas, de aquí a algunos años, esta generación de maestros esté en situación análoga a la anterior. La única manera de evitarlo es ofreciéndoles a todos los maestros en servicio las oportunidades de renovar a tiempo sus conocimientos. Pero, dudamos que el presupuesto de educación alcance para tanto. No estamos colocados en la vanguardia del saber pedagógico porque seamos más inteligentes ni más “bonitos” que los demás; ocupamos ese lugar porque disfrutamos de las oportunidades que no disfrutaron otros, las de pasearnos por el mundo cursando estudios de postgrado cada vez que nos vimos en la necesidad de hacerlo. Como hemos podido apreciar, la formación y capacitación docente es una actividad complejísima en la que intervienen un número indeterminado de factores que interactúan entre sí incidiendo en los resultados finales.

Durante varias décadas, el Sistema Dominicano de Instrucción Pública figuraba entre los peores financiados de la América española; hecho este que repercutió negativamente en los resultados de sus acciones: un elevado número de niños en edad escolar fuera de las aulas; bajo nivel de preparación de los maestros en servicio; deterioro de la planta física y falta de equipamiento de las aulas; índices de repetición y deserción excesivamente altos, etc. ¿A quienes culpar por ese desastre? ¿A los gobiernos que se sucedieron desde el ajusticiamiento de Trujillo hasta nuestros días? ¿Al comportamiento de los profesores? ¿O a la Asociación Dominicana de Profesores?

¡Qué gracioso resulta aquello de cargarles a los más débiles las culpas de todos los males que afectan nuestro sistema de instrucción pública! Ahora, unos que otros teóricos del patio se dan a la tarea de descalificar a los maestros impedidos de actualizar sus conocimientos en materia pedagógica especialmente en lo referente al uso de tecnologías de punta en el proceso de enseñanza aprendizaje, sin tomar en consideración el estatus económico de los docentes o el hecho de si recibieron o no las ayudas necesarias. Afortunadamente, debido al aumento del presupuesto destinado a la educación preuniversitaria dispuesto por el gobierno de Danilo Medina, muchos de los males que afectan al sector están en vía de solucionarse. En la próxima entrega nos referiremos a unas declaraciones atribuidas a la presidenta de Acción Empresarial por la Educación (EDUCA), Elena Viyella de Paliza, aparecida en la página 14 del periódico Diario Libre, en su edición correspondiente al 10 de marzo en curso, manifestando su preocupación por el hecho de no haberse logrado un consenso en torno al tema de la formación y capacitación docente. (Continuará)

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