Pagar o no pagar sobrecostos a Odebrecht, “That is the question”

Pagar o no pagar sobrecostos a Odebrecht, “That is the question”

La negociación Danilo-Odebrecht de los 708 millones de dólares de sobrecostos de Catalina, tendrá graves consecuencias económicas, sociales y políticas. Pagar o no pagar, es el dilema que afronta Medina.
Olvidemos a Hamlet y recordemos la respuesta de Churchill a una pregunta sobre Rusia: “Yo no puedo predecir la acción de Rusia. Esa es una adivinanza envuelta en un misterio, dentro de un enigma. Pero quizás hay una clave. La clave es los intereses nacionales de Rusia”.
El profesor Bosch nos enseñó que en política hay cosas que se ven y cosas que no se ven y que, en la mayoría de los casos, las cosas que no se ven son más importantes que las que se ven.
No puede predecirse el comportamiento del Presidente. La negociación Danilo-Odebrecht es un enigma indescifrable realizado en medio del misterio, iniciado con desafiantes y agresivos gritos de guerra proclamando que la CDEEE no pagaría, pero recientemente se reportó que ya no hay confrontación con Odebrecht sino un espíritu conciliador, de sospechosa armonía, que pudiera presagiar que Danilo estaría dispuesto a pagar sobrecostos a Odebrecht.
Hay que darle un voto de confianza a Medina siempre y cuando nuestro Presidente tenga como clave, como es su deber, la defensa de los intereses nacionales aun en medio del misterio, y que enfrente a Odebrecht con valentía para descifrar a favor de los dominicanos, las tres vertientes del dilema “Pagar o no Pagar”. Nuestro artículo “La Agenda Nacional ante Odebrecht” menciona detalladamente esas tres vertientes, como parte de una Agenda propuesta de cinco puntos.
Primera vertiente: Danilo no debe pagar sobrecostos a Odebrecht, por encima del costo original, ya sobrevaluado de por sí, de 1,945 Millones de dólares. El contratista de Catalina, Technimont construyó en Brasil, en el 2008, la Planta Porto do Pecem de la misma capacidad que Catalina, por 910 millones de dólares. Con el cobro de los 1,945 millones indexados, ya el Consorcio Odebrecht Technimont Estrella estará devengando “ganancias excesivas”. Pagar sobrecostos sería otro despropósito que haría que el costo del Kwh de Catalina arroje para el consumidor un precio astronómico de la electricidad, muy por encima de los 7.5 centavos de dólar que Danilo informó triunfante y solemnemente a la Asamblea Nacional el 27 de Febrero, en su discurso de Rendición de Cuentas.
Segunda vertiente: En agosto 7, fecha del Informe Santaella, Odebrecht debió entregar la primera unidad de 376.39 MW y el 7 de Octubre la segunda, completando 674.78 MW netos contratados. A partir de ahí Odebrecht está en mora aunque la CDEEE no haga la notificación correspondiente. Simplemente, comenzando el 7 de agosto Odebrecht debe pagar por el atraso de la primera unidad y, a partir del 7 de octubre por Catalina completa. No hay confusión: Odebrecht debe pagar las penalidades contractuales por atraso y el Presidente tiene el deber de exigirlas.
Tercera vertiente: Danilo, en defensa del interés nacional, debe obligar a Odebrecht, dentro de la ley, a pagar daños y perjuicios o lucro cesante, referidos a los 410 millones de dólares anuales de ahorro que supondría la operación de Catalina, tal como el Presidente notificó a la Asamblea Nacional el 27 de febrero.
No está lejano el día en que será descifrado el enigma, hoy inescrutable, y será develado el misterio de la negociación. Lo ha dicho la prensa: si Danilo cometiera el imperdonable pecado de pagar aunque fuere un centavo por concepto de sobrecostos, el Gobierno cometería un harakiri político que lo sumirá en un descrédito del cual no podrá recuperarse.
La ciudadanía debe estar alerta para no dejarse sorprender nuevamente. Odebrecht y sus consorciados deben asumir los sobrecostos de construcción. El país, bajo ningún concepto, debe arrodillarse y pagar, de nuevo, sobrecostos de construcción a Odebrecht. Al contrario, es Odebrecht que debe pagar al país penalidades por retraso en la entrega de Catalina y también pagar por daños y perjuicios.

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