Palacio de Bellas Artes y exposición colectiva de apertura

Palacio de Bellas Artes y exposición colectiva de apertura

 

Bonao, cabecera de la provincia Monseñor Nouel, tiene un liderazgo nacional, desde que en ella se fundó el primer museo de artista de República Dominicana, el Museo Cándido Bidó: probablemente la obra mayor del ilustre y querido pintor, dedicado siempre a su ciudad natal.
En torno al museo y a su extensión de educación artística, se despliega la Plaza de la Cultura, pero el fallecimiento repentino del maestro no ha permitido la mejor conservación de este conjunto. Todos anhelan un apoyo público y privado para que recobre su esplendor, para que se integre al fortalecimiento cultural, a la vez urbano y regional. Ese empuje último acaba de manifestarse por la inauguración del Palacio de Bellas Artes, institución oficial bajo la égida del Ministerio de Cultura y de la municipalidad.
Un cambio radical. El Palacio de Bellas Artes Monseñor Nouel tiene, en su fachada y en mucho menor formato, bastante parecido con el Ministerio de Cultura capitaleño. Ambos fueron sedes imponentes del unívoco Partido Dominicano del dictador Trujillo… El edificio de Bonao se convirtió luego en Palacio de Justicia, y negociaciones intensas, llevadas por autoridades ejemplares, culminaron en su cesión al arte y la cultura.
Es evidente que la construcción original se ha remodelado completamente, adecuándose a sus futuros fines de enseñanza pluridisciplinaria –teoría y práctica– y de espectáculos –una sala multiuso–. En dos plantas se distribuyen oficinas administrativas, talleres y salones de clases, una sala de exposiciones y un magnífico auditorio: instalaciones y equipos, nuevos y flamantes, que son prometedores.
Afuera, nos impresionó la cantidad de murales pintados en las columnas, en las partes laterales, aun en el edificio del frente… Percibimos el ímpetu compartido por estudiantes y jóvenes profesionales del arte, en este entusiasmo pictórico. Desde la Bienal de Bonao –que debe resucitar–, hemos apreciado aquí la abundancia de vocaciones por las artes plásticas, y el admirable Grupo de Santeros de Palo es otro testimonio…
Exposición colectiva. Para la inauguración del Palacio de Bellas Artes, Juan Trinidad, hoy en día nuestro mejor escultor en madera, entregado a la talla directa, fue el invitado, con piezas contundentes en el vestíbulo.
Una colectiva de 27 artistas, titulada “Renacer” –un título que se presta para varias interpretaciones–, inaugura la vasta sala de exposiciones, situada en el segundo piso, presentando –como es costumbre en las colectivas generales– una gran mayoría de pinturas y algunas esculturas, destacándose los santos de palo. Un núcleo de los mismos expositores organizó la muestra y realizó el muy correcto montaje.
Consideramos plenamente justificado que, para esta primera actividad, la admisión de artistas –si la hubo– haya sido tan generosa. Es una exposición de la comunidad artística de Bonao, incluyendo a emergentes, también a una proporción gratificante de expositores formados en las aulas de la Plaza de la Cultura.
Todos los estilos y corrientes coexisten, desde el realismo y el romanticismo hasta el constructivismo, el expresionismo y el neo-surrealismo. La figuración domina, pero los abstractos se manifiestan. El retrato y el paisaje sobresalen… pero también la ficción es fuente inspiradora. La paleta de colores, infinita, anima las obras.
Los niveles varían mucho, desde talentos noveles necesitados de orientación y seguimiento hasta artistas ya comprobados y confirmados. Con otra clase de muestra, se impondrá una selección –evitemos ahora la palabra “curaduría”– o una invitación rigurosa. Ahora bien, en esta circunstancia especial, felicitamos a cada participante.
Es también evidente que esta sala tiene condiciones para acoger a distintos expositores y exposiciones de procedencia diversa. El Palacio de Bellas Artes Monseñor Nouel es ciertamente un lugar idóneo para los intercambios.

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