El día 9 del presente mes, se informó que el presidente Danilo Medina aprobó la propuesta de la Comisión Presidencial para el Ordenamiento y Manejo de la Cuenca del río Yaque del Norte (CRYN), con un desembolso para esos fines por RD$664.5 millones.
El dínamo de diseñar ese programa y el protagonista pionero del mismo no es un secreto que corresponde a Gustavo Montalvo Franco, ministro de la Presidencia, honrando así sus orígenes de San José de las Matas y, por consiguiente, vinculado a los manesteres de la Sierra, que es decir Bao, Amina, Pico Igua, La Ventana, Balneario de aguas térmicas y Yaque del Norte.
Este servidor nunca ha visto a Gustavo Montalvo Franco, aunque he compartido algunas veces con su hermano Papín, y por el apellido materno suyo, he trabado grandes migas con muchos de sus familiares, con el que más, el inolvidable Enrique Franco Anido, superbo referencial periodista.
Sabemos que Gustavo Montalvo Franco es el enlace de USAID con el Poder Ejecutivo, coyuntura propicia para pautar programas novedosos e impactantes en conjunción con infraestructuras de gran impacto mediático y perdurable para el país, no exclusivo de diseños políticos inefables.
Desde tiempos inmemoriales he postulado la alta conveniencia de restaurar Yaque el Norte, el río más importante de las Antillas, con sus 293 kilómetros de longitud desde La Rucilla hasta próximo a Monte Cristi, beneficiando al Cibao y la Línea Noroteste en múltiples proyectos agropecuarios, y que ha derivado del Nilo dominicano, a una cloaca podrida y nauseabunda.
Educar a los munícipes de Jarabacoa que son los primeros que polucionan el río y los santiaguenses, que lo ahogan de porquerías y matan su plancton, y retirar de sus orillas a los invasores.
Palmas para Gustavo Montalvo Franco. ¡Bien, santiaguense iliustre!