Papa Francisco pide al mundo no olvidar genocidio armenio

Papa Francisco pide al mundo no olvidar genocidio armenio

EREVÁN, Armenia.- El papa Francisco insistió ayer en que el mundo nunca olvide ni minimice la masacre armenia, ocurrida hace un siglo en la época del Imperio Otomano, pero exhortó a los armenios a llenar su memoria colectiva con amor para que puedan hallar paz y reconciliación con Turquía.

Turquía, sin embargo, no cedió. En su primera reacción al reconocimiento de Francisco del “genocidio” de 1915, el viceprimer ministro turco Nurettin Canikli calificó los comentarios papales de “enormemente desafortunados”. Dijo que llevaban el sello de la “mentalidad de las Cruzadas”.

Francisco comenzó su segundo día en Armenia rindiendo honores en el imponente monumento para recordar a los caídos en el genocidio y saludando a descendientes de los supervivientes de la matanza de 1915, que se sintieron alentados por el reconocimiento papal de un “genocidio” planeado para aniquilar a un pueblo entero.

Francisco colocó una corona de flores en el monumento y rezó en silencio de pie, con la cabeza gacha, ante una llama eterna mientras los sacerdotes locales lo bendecían con incienso y un coro cantaba himnos. “Aquí rezo con pesar en mi corazón para que nunca vuelva a ocurrir una tragedia como ésta, para que la humanidad nunca olvide y sepa cómo derrotar al mal con bien”, escribió Francisco en el libro de visitas del monumento. “Que Dios proteja la memoria del pueblo armenio. La memoria nunca debe mermar ni olvidarse. La memoria es la fuente de la paz y el futuro”.

Francisco también saludó a los descendientes de los cerca de 400 huérfanos armenios que los papas Benedicto XV y Pio XV llevaron a la residencia veraniega del sur de Roma en la década de 1920. A Francisco también se le acercó Sosi Habeschyan, de 68 años, y su hermana. Su madre quedó huérfana por el genocidio que luego fue adoptada por la misionera danesa Maria Jacobsen, que trabajó en el Imperio Otomano en 1915 y escribió sobre la masacre. “Ha llegado una bendición a la tierra del Monte Ararat”, dijo Andzhela Adzhemyan, refugiada siria de 35 años que fue una de las asistentes en la ceremonia. “Él nos ha dado la fuerza y confianza para mantener nuestra fe cristiana pase lo que pase”.

El papa volvió al tema de la memoria en Gyumri, donde miles de personas se reunieron en una plaza para la única misa católica pública de su visita de tres días a Armenia. Gyumri es desde hace tiempo un feudo de la cristiandad, y Francisco acudió al lugar a rendir homenaje a los que mantienen su fe en tiempos de dificultades.

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