Turquía está enfrentando una de sus mayores crisis económicas. El viernes, la lira, su moneda local, registró su nivel mínimo frente al dólar, al caer hasta 17 por ciento.
Hasta las 09:29 horas de la Ciudad de México, la lira se cotizaba en 6.49 unidades respecto al dólar, que es el nivel mínimo de esta jornada. Su nivel máximo durante la jornada es de 6.87 unidades.
La caída de la moneda turca ha sorprendido y golpeado a los mercados en todo el mundo, pero ¿qué fue lo que ocurrió? Te lo explicamos en estos puntos.
Primero. Turquía mantiene una tensa relación con Estados Unidos en diversos aspectos. Uno de los más relevantes es la imposición arancelaria al acero y aluminio, la cual fue dictada por el Gobierno de Donald Trump desde marzo.
El viernes, el mandatario estadounidense duplicó los gravámenes contra el régimen de Erdogan, al imponer una tasa de 20 por ciento para el aluminio y del 50 por ciento para el acero.
Otra de las razones por las que Turquía tiene problemas con el Gobierno estadounidense es debido a la detención del pastor evangélico Andrew Brunson, quien está acusado por presuntamente apoyar a un grupo que intentó hacer un golpe de Estado en el territorio turco en 2016.
Por este caso, Estados Unidos impuso a inicios de este mes sanciones contra el ministro de Justicia y del Interior de Turquía, debido a que no han liberado a Brunson. Esta acción fue la ‘gota que derramó el vaso’ entre ambas naciones.
Debido a la tensión entre los dos países, la lira turca ha perdido más del 25 por ciento de su valor en lo que va del año.
La economía turca se considera particularmente frágil debido a su alto nivel de deuda en dólares. Cuanto más se debilita la lira, más costosa se vuelve la deuda.
La inflación en el país ha sido desenfrenada y los precios al consumidor subieron casi 16 por ciento sólo en julio.
La caída de la lira no sólo afecta a la economía turca. Según Financial Times, la depreciación de la lira podría perjudicar a los bancos europeos como BBVA, UniCredit y BNP Paribas.
En declaraciones para CNBC News, el economista Timothy Ash dijo que el informe de FT era «sensacionalista», ya que las pérdidas incurridas por los bancos serían por sucursales locales subsidiarias que habían invertido utilizando liras turcas y no dólares estadounidenses.
Sin embargo, agregó que, si bien los bancos en Turquía se mantuvieron en forma razonable, el país sí tuvo un problema con su balanza de pagos, el cual se produjo porque se había permitido que la economía se sobrecalentara.
«En última instancia, no hay credibilidad en el Banco Central de Turquía y cero credibilidad en las políticas turcas. Lo que sea que hagan, el mercado no les cree», explicó Ash.
Ante la crisis, el presidente turco Erdogan pidió a la población que intercambien el oro y los dólares por liras.
«Si hay alguien que tenga dólares u oro bajo el colchón, debería cambiarlo por liras en nuestros bancos. Esta es una batalla doméstica, nacional», explicó el mandatario a una multitud en la ciudad de Bayburt, en el noreste del país.
«Esta será la respuesta de mi pueblo a quienes han librado una guerra económica contra nosotros».