Diversas reacciones provocó la proclama de algunos seguidores del presidente Danilo Medina, quienes alegan que sólo el mandatario está en capacidad de garantizar el triunfo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), en las elecciones programadas para mayo de 2020. Tácitamente ya las aspiraciones por una nueva reelección está en marcha.
Aparte de que sería una gran aventura volver a proponer una nueva reforma constitucional que permita Danilo Medina sea el candidato presidencial peledeísta.
El presidente Medina deberá sortear una serie de obstáculos que tendría que vencer antes de atreverse a decir querer cuatro años más.
En la presente coyuntura política por la que atraviesa el país, con un pueblo prácticamente en las calles de las ciudades de la República, reclamando el fin de la corrupción e impunidad, le será muy difícil al presidente Medina justificar las decenas de dirigentes del PLD que exhiben grandes fortunas que no tienen bases para sustentarlas.
Además, una país plagado de problemas pendientes por resolver y que tras 17 años de gobierno peledeísta no se puede afirmar que hayan resuelto uno solo de los problemas que nos acogotan.
El gobierno de Medina hizo un intento por resolver la creciente inmigración haitiana al país, quedándose en el intento.
Igualmente, la actual jefatura de la Policía Nacional parece tener perdida la batalla contra la delincuencia y la criminalidad; mientras el presidente Medina mantiene en el puesto al general Peguero Paredes en violación a la nueva Ley policial que establece en su Artículo 23 que un director policial solo deberá durar en el cargo al máximo 24 meses, y el actual hace rato cumplió ese periodo.
El presidente Medina tendrá que reencontrarse con su propia legalidad, para así entonces, poder hablar de reelección.