Paridad salarial en género

Paridad salarial en género

La paridad salarial de género es un tema que urge atender en nuestros países para un mejor desarrollo y para ello es imprescindible la acción gubernamental así como la privada, que según el Informe sobre Desarrollo Mundial sobre Género, este régimen privado emplea aproximadamente el 90% de la fuerza laboral en el mundo. Según la Corporación Financiera Internacional del Grupo Banco Mundial, importantes empresas internacionales crearon nuevas tendencias para beneficiar a las mujeres, en reclutamiento, salario y atención a la maternidad, con estas medidas, lograron aumentar la productividad, redujeron costos de producción y la deserción y rotación laboral lo que demuestra, una vez más, que los desafíos para el desarrollo femenino son culturales pero también legales y administrativos.
La paridad incluye muchos elementos que deben ser apoyados para poder crecer, estos elementos son la formación de la mujer en áreas no tradicionales, el apoyo a la flexibilidad de horarios, la creación de guarderías infantiles que le permitan a la trabajadora desarrollar sus actividades laborales sin perjuicio de su familia, el derecho al crédito para el emprendedurismo, aspecto este que merece atención porque el 52% de las mujeres en América Latina no tiene cuenta bancaria debido a sus bajos ingresos por lo que no pueden organizase financieramente, luego tienen que acudir a mercados informales que le aumentan su precariedad e imposibilidad de desarrollar proyectos, lo que afecta directamente a las mujeres con deseos de crecer.
Resulta insultante que en nuestros días en América Latina y el Caribe, según algunos estudios, existan promedios salariales femeninos de 64% a 90% inferiores a aquellos de los hombres y aunque esto ha mejorado algo en algunos países, debe ser tarea de todos el lograr la igualdad por semejantes esfuerzos y tareas.
Según estudios de la CEPAL, en América Latina se observó que las féminas con niveles educativos de 0 a 5 años de estudios, con una jornada de 8 o más horas por semana, aumentaron de un 58,2% al 77,9% de promedio salarial con relación al de los hombres, debido al aumento del salario mínimo que se propuso en la región para personas con muy baja preparación, pero las mujeres con niveles escolares de 6 a 9 años de estudios pasaron de un 70% al 75,3% del salario de los hombres, y en los niveles de 13 o más años de estudios esta diferencia salarial resulta 25,6% inferior a lo que gana el hombre, quedando evidenciado que aún con igual formación educativa en áreas como las telecomunicaciones, tecnologías y científicas, la mujer continúa sin ser valorada justamente.

La educación y la salud femenina necesitan un enfoque de estos tiempos, un matrimonio a adecuada edad, reproducción racional, acceso educativo en diferentes esferas como la agricultura, tecnología, ingenierías y a ramas científicasque abren nuevas oportunidades a la mujer y se revierte en un mayor ingreso para reducir la desigualdad y la pobreza extrema, el resultado final repercutiría en un mundo mejor para todos por igual.

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