Paso de Venus por el Sol: un fenómeno que ocurre cada 105 años

Paso de Venus por el Sol: un fenómeno que ocurre cada 105 años

SÍDNEY. AFP. – Venus inició la noche del martes su paso ante el Sol para deleite de los astrónomos del continente americano, hambrientos de un fenómeno que no se repetirá sino en 105 años, y para la desesperación de millones de asiáticos que no verán el espectáculo por culpa de la lluvia.  

El tránsito del planeta por delante del Sol comenzó en el límpido cielo de América del Norte, América Central y en la parte norte de América del Sur.  

El desplazamiento de Venus, convertido en un grueso punto negro en la superficie del Sol, sólo debe ser observado a través de filtros solares aprobados para evitar el riesgo de ceguera, advierten los expertos.  

«No es un eclipse clásico, en el cual el sol es totalmente oscurecido. El diámetro de Venus es la centésima parte del Sol, por lo que sólo será un punto superpuesto en la esfera solar y que se mueve», dijo a la AFP el miércoles Fred Watson, del Observatorio Astronómico de Australia.  

Australia, descubierta en el siglo XVIII por el explorador británico James Cook, después de una misión de observación de Venus en el Pacífico, es el mejor lugar para presenciar el fenómeno, con casi siete horas de visibilidad en la zona oriental y central del país.  

En cambio, en Japón y gran parte de este de China, las condiciones de observación eran lamentables debido a un cielo cargado de nubes.  

«Tenía la esperanza de ver esta maravilla de la astronomía, pero no había sol», escribió un internauta de Fuzhu (sudeste de China). «En 105 años, ya no será de este mundo», lamentó.  

El final del fenómeno podrá ser observado al amanecer del miércoles en Europa, Medio Oriente y Asia meridional. En la mayor parte de América del Sur, África occidental y del sudoeste, el eclipse no será visto en directo.  

El próximo paso de Venus entre el Sol y la Tierra sólo se producirá en 2117, o sea en 105 años. Estos tránsitos ocurren en pares separados por ocho años antes de ausentarse durante más de un siglo. En el siglo XXI, el anterior paso se produjo en 2004 y no hubo ninguno en el siglo XX.  

«Un pasaje así es un espectáculo maravilloso y raro, si uno tiene en cuenta la inmensidad del cielo, que un planeta pase frente al disco del Sol es bastante inusual, y hay que esperar hasta 2117 para el próximo», dijo el investigador Richard Harrison, que trabaja en el marco del «Solar Dynamics Observatory», (SDO).  

El SDO, lanzado por la agencia espacial estadounidense en 2010 y en órbita terrestre, debe ayudar a comprender mejor la actividad del sol, así como su impacto en la Tierra y el clima.  

La NASA ha prometido, gracias a este observatorio, «las mejores vistas posibles del evento», con imágenes de alta resolución, del paso de Venus. 

La misión espacial europea Venus Express, única sonda en órbita en torno a la «Estrella vespertina» o «Estrella del pastor», como se la llama en Europa, tendrá por su parte la posibilidad de estudiar mejor la atmósfera de Venus gracias a la luz del Sol, que se reflejará.  

Por último, el telescopio espacial Hubble de la NASA, que no puede observar directamente el Sol, utilizará la Luna como un espejo para captar la luz que se reflejará y así aprender algo más sobre la atmósfera de Venus.  

Para los astrónomos, este tránsito de Venus será también una oportunidad para revisar las técnicas de observación de los exoplanetas distantes, en tránsito delante de sus estrellas.  

Venus, conocido erróneamente como «estrella», es en realidad un planeta que ha sido considerado durante mucho tiempo como «gemelo» de la Tierra, hasta que la exploración espacial logró perforar su gruesa capa de nubes.  

Su diámetro es comparable al de nuestro planeta (95%), lo mismo que su masa (80%), pero su atmósfera está saturada de dióxido de carbono, tiene una presión 90 veces superior a la nuestra y su temperatura supera los 450°C.  

«Cualquier astronauta que tuviera la mala suerte de aterrizar allí sería, simultáneamente, aplastado, asado, ahogado y disuelto», ha señalado la Real Sociedad Británica de Astronomía

 

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