Pesares y satisfacciones para el arte en el año 2013

Pesares y satisfacciones para el arte en el año 2013

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Si la desaparición de tres grandes valores del arte dominicano, Domingo Liz, Fernando Ureña Rib y Soucy de Pellerano, marcó tristemente el año 2013, ese período se distinguió, también, en un enfoque global, por una notable cantidad de eventos, excepcionales o esperados, susceptibles de alegrarnos, hacernos pensar positivamente y mejorar la situación.

Es evidente que el máximo acontecimiento fue la XXVII Bienal de Artes Visuales en el Museo de Arte Moderno. En una primera impresión, deslumbraba por la diversidad y la seducción de las imágenes, del color, del espacio, animados por artistas jóvenes en su mayoría, y ciertamente fue una de las bienales más brillantes. Inaugurando el reino de las redes sociales en su categoría, resultó controversial y objetada: es un fenómeno de las bienales. Ahora bien, no cabe duda de que el modo operativo, la selección y más la premiación aconsejan una revisión de las bases y un mejor aprovechamiento de los recursos, para que dejen un patrimonio y una orientación.

Los nuevos “medias” fueron a menudo pobres si los comparamos con lo que hoy se hace fuera de nuestro contexto, mientras hubo un peligroso “castigo” de la plástica tradicional dominicana, que no lleva a ninguna parte.

Las grandes y ricas retrospectivas, en las que predominaron pintura y medios mixtos, que se produjeron en el MAM y en Bellas Artes, nos confortan en esta opinión, tratándose de Sacha Tebó, mítico y caribeño, del mayor ideólogo creador Silvano Lora a los diez años de su muerte, de Domingo Liz justamente homenajeado por la bienal, y últimamente de Rosa Tavárez y su admirable energía pictórica.

La contundencia de sus respectivas creaciones constituye un ejemplo e invita a la reflexión, cuando no demuestra que los más contemporáneos, reconocidos o en vías de serlo, (re)presentan un legado y una continuidad, aunque en estilos y compromisos diferentes. El año pasado ha sido fecundo en exposiciones que afirman fuerza y perspectivas simultáneamente. Citaremos el retorno de Tony Capellán que, en el Centro Cultural de España –de programación y funcionamiento ejemplares–, se confirmó como un mago del reciclaje con objetos ordinarios y triviales -desgastados, desechados, destrozados- en una muestra bellísima. Se destacó igualmente la exposición de Radhamés Mejía, en el MAM, eslabonando pintura y fotografía con sus sorprendentes cuerpos pintados, tribales y fascinantes.

Entre las más recientes, la individual de Hulda Guzmán proyectó nuevas armonías y un diálogo embriagador entre materiales, técnica y mundo real-imaginario, muy coherente con las propuestas de Lyle O’Reitzel. De esa galería, vale recordar también en el 2013, presentaciones excelentes de José García Cordero y Raúl Recio. En cuanto a la difusión del arte y un llamado activo al público en general, Mildred Canahuate –experta en propuestas colectivas y militante además por el auge a recobrar en el dibujo– fortaleció su Circuito de las Galerías, una iniciativa única en Santo Domingo y a incentivar.

En Santiago. Igual preocupación por facilitar las visitas demostró el Centro León, ofreciendo transporte desde la capital para eventos mayores. La institución –que no pocos consideran como la mejor del país– permitió así que artistas y allegados disfrutaran la apertura de dos exposiciones sobresalientes, una concluyente de fotografía brasileña, realzando la relación entre escenarios, símbolos y mensajes, la segunda –que pronto termina– dedicada a Juan Pablo Duarte, una propuesta multimedia, original y divertida, de artistas santiagueros y “dominicanos ausentes”, ofreciendo otra lectura y visión del prócer, pero con amor y deferencia.

Memorable fue, en la mediateca, la muestra de obras y documentos que Danicel / Danilo de los Santos, artista y teórico, ha donado al Centro León.

Es evidente que el máximo aco ntecimiento del año que recién finaliza fue la XXVII Bienal de Artes Visuales realizada, como de costumbre, en el Museo de Arte Moderno

Es evidente que el máximo acontecimiento del año que recién finaliza fue la XXVII Bienal de Artes Visuales realizada como de costumbre en el Museo de Arte Moderno

Otra institución privada que hizo una labor encomiable es el Museo Bellapart, con sus tertulias de los sábados… muy frecuentadas. Estelar, y con el claro propósito de mostrar y demostrar, fue también su exposición antológica de cuatro maestros de la escultura dominicana, Manolo Pascual, Prats-Ventós, Luichy Martínez y Gaspar Mario Cruz: triunfaron la estética y el vigor de la talla, enseñando por el ejemplo una innegable influencia entre sus pares. Necesario era, y es, revalorizar la escultura nacional, y la recién fundada asociación de escultores, organizó, en APEC, la bien acogida colectiva del “madero”.

Si ponderamos labor e iniciativa privadas en el 2013, debemos mencionar al Centro Mirador , que permanentemente celebra exposiciones y encuentros con temas de artes visuales, así supo asociar en su agenda el centenario del poeta Pedro Mir. Y, respecto a la colaboración institucional, no olvidaremos que la retrospectiva de Silvano Lora se presentó luego en la UASD que además imprimió el catálogo. ¡Ojalá esta práctica se pluralice!

En el exterior. Evaluándose la proyección real del arte dominicano en el exterior, a pesar de meritorios esfuerzos, ha sido insuficiente. Excepciones han sido la exposición del fotógrafo Apeco, llevada exitosamente a la Pinacoteca de Sao Paulo por el Centro León, y el valiente colectivo contemporáneo Quintapata en el Pabellón Latinoamericano de la Bienal de Venecia. No se ha considerado prioridad, al igual que siempre, el necesario respaldo oficial a la difusión de nuestras artes visuales en el exterior, y duele comprobar la ausencia dominicana en centros y manifestaciones internacionales de importancia.

ZOOM
Recuento
Este pequeño recuento es ciertamente incompleto: ¡tantas instituciones –como el Centro de la Imagen y Casa de Teatro- y varios concursos –para jóvenes, pintura, dibujo y fotografía– ameritan elogios por su labor altruista en el 2013! Ha sido, pues, un año de crisis y a menudo de sacrificios… Esperamos que el presente año se augure más generoso con el arte y los artistas dominicanos, incluyendo la elección del Premio Nacional de las Artes Plásticas 2013.

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